
Dunedin y la península de Otago, dos lugares tan distintos como complementarios, constituyen dos pasos obligados si deseas descubrir la cultura y la naturaleza neozelandesa ¡en un solo e único espacio!
Cuando llegues a Dunedin por primera vez, rápidamente te darás cuenta de que la ciudad está organizada principalmente alrededor de una única arteria central, que funciona como Main Street y shopping center, con la famosa plaza Octagon para marcar el principio (o el fin, ¡según tu posición!) y su división en dos calles: Princess Street y Georges Street.
Hay muchas actividades culturales accesibles para toda la familia: las visitas de la Cervecería Speight's o de la fábrica de chocolate harán las delicias de todo el mundo, y quizás también ¡ir a degustar algunas cervezas un uno de los numerosos y animados bares de la ciudad! Los más curiosos no se perderán, bajo ningún pretexto, un paseo por la calle más empinada del mundo, la famosa Baldwin Street, ¡reconocida por el libro Guinness! No olvides hacer una foto de recuerdo delante del panel, ¡una tradición para probar que tu también has subido la calle!
Puesto que Dunedin es una ciudad estudiantil, comprobarás que la vida nocturna puede ser sorprendente: loca, alegre, estimulante y animada. Las noches locales también son conocidas como unas de las más locas del país, ¡un argumento a tener un cuenta al establecer tu itinerario a través de Nueva Zelanda!
Situada a unos veinte kilómetros de Dunedin, la península de Otage es una joya preciosa protegida tanto por las leyes como por sus habitantes. Hay que saber que allí se encuentran muchas especies de animales consideradas en peligro y, por lo tanto, bajo protección, con una vigilancia especial de su evolución. Ten en cuenta que cuando vayas al encuentro de la naturaleza, pues todo (o casi) es de pago en esta región como te darás cuenta cuando vayas a la colonia de Albatross o al castillo de Larnach...
Si viajas en familia a Nueva Zelanda, es muy probable que los más pequeños quieran ver a los Yellow Eyed Pinguins (o pingüinos de ojos amarillos en francés), que son muy tímidos y discretos. Si prefieres la certeza a la aventura, opta por los servicios de una agencia especializada, pero en caso contrario, no dudes en acercarte a a la Sandfly Bay, ¡un rinconcito desconocido pero donde tendrás muchas posibilidades de tener el encuentro de tu vida!