A orillas del lago, una ciudad con una intensa actividad geotérmica, en una región impregnada por la cultura maorí.
Aconsejo:
Llévate tu bañador y relájate en uno de los numerosos spa de Rotorua, ideal para hacer un descanso durante un
viaje por Nueva Zelanda.
Mi opinión
La primera cosa que me llamó la atención cuando llegué a Rotorua es el olor a azufre que recuerda al del huevo podrido y que se respiraba por toda la ciudad. Por todas partes se perciben señales de actividad volcánica: vapores que escapan del suelo y burbujas explosionando en la superficie de los charcos de lodo. Te recomiendo dar un paseo por los Government Gardens, para caminar a través de los campos de flores y las áreas termales.
El paseo alrededor del lago Rotorua es también muy agradable y se realiza sin dificultad. Tendrás la oportunidad de observar múltiples colores, testimonio de la intensa actividad geotérmica. Muchos carteles dicen "caution, thermal area", avisándonos contra los peligros para no desviarnos del camino. Por otra parte me quedé sorprendido de ver moverse en este entorno a hermosos cisnes negros.
Otra característica del Rotorua, la cultura maorí está muy presente. Acércate al lado del Ohinemutu, donde podrás visitar la iglesia Saint Faith, famosa por su cristo maorí "caminando" sobre las aguas del lago Rotorua, y descubrirás varios edificios y esculturas maorís.
Hay que señalar que existen muchos sitios geotérmicos muy interesantes alrededor de Rotorua, así como muchos SPA, aunque el acceso a ellos es pagado, y demasiado caro para mi limitado presupuesto.
