Ubicada a orillas del mar, la ciudad de Nelson invita a pasear. Pasé por ella en tres ocasiones a lo largo de mi recorrido por Nueva Zelanda, esas paradas fueron cada vez un momento de relajación. De hecho, es muy agradable pasearse por los distintos barrios, sin olvidar la "South Street", una calle histórica con unas casas que datan del siglo XIX.
La visita al parque "founders" me concedió la oportunidad de deambular por una reconstrucción de un barrio del siglo XIX con todas sus tiendas y servicios públicos, y descubrir el trabajo actual de los artesanos y artistas locales. Si tienes ganas, siéntate en una terraza y disfruta de una cerveza en la fábrica de cerveza con el mismo nombre, a mí me gusta especialmente la 1981.
Tras haber caminado por las calles de la ciudad, acércate al Free House, una antigua iglesia reconvertida en bar que ofrece una gran variedad de cervezas nacionales excepcionales. No olvides pedir al camarero que te deje probarla antes de tomar una decisión. Puedes acompañar tus cervezas con tablas pedidas en el bar o platos que hayas traído en otros restaurantes de afuera.
Para los amantes de la tranquilidad, puedes tomar el sol en una playa de Tahunanui, a las afueras de Nelson.
Ubicado junto al mar, en un entorno de colinas verdes, y en la región más soleada del país, Nelson lo tiene todo para agradarte. Me quedé cautivado por esta pequeña ciudad donde da tanto gusto vivir. En el centro se encuentran algunos museos, cafés, restaurantes y tiendas de artesanía local. Más allá de la ciudad, te recomiendo descubrir sobre todo la región de Nelson.
Si eres un aficionado del senderismo y de las playas de arena fina, dirígete hacia el oeste en dirección al Abel Tasman National Park. Un pedacito del paraíso y una etapa imprescindible durante un circuito por Nueva Zelanda. Podrás recorrer el famoso camino Abel Tasman Coast Track, uno de mis favoritos. Puedes continuar después hasta el apacible Golden Bay.
En el sur de Nelson, el Parque Nacional de Nelson Lakes ofrece un entorno impresionante con sus montañas que se reflejan en el lago Rotoiti. Podrás hacer hermosos paseos allí. Ven en temporada baja solamente si eres un alma solitaria, en el mes de mayo no nos cruzamos practicamente con nadie.