
Si, durante tu viaje a Nueva Zelanda, tratas de alcanzar la costa este de la Isla Sur desde el oeste (o viceversa), descubrirás rápidamente que la única ruta posible es la que atraviesa Arthur Pass, ¡el paraíso de los senderistas y el reino de los keas!
Una vez al año no hace daño, puedes ir a Arthur Pass con cualquier medio de locomoción. Aunque algunos lugares de Nueva Zelanda no son accesibles para las personas motorizadas, no hay ningún problema pues podrás llegar al desfiladero en tren, coche o incluso haciendo autoestop, sin que eso suponga ningún problema.
Los adeptos del slow travel y de las vistas panorámicas optarán mejor por el tren, desde Christchurch (al este) ou Greymouth (al oeste): la vista también es muy bella en las dos direcciones y la llegada a la estación de Arthur Pass es un momento emocionante, en un decorado alpino que se siente por todas partes. Para que no te timen al comprar tu billete, debes saber que el precio es casi igual cualquiera que sea la parada. Por lo tanto, te aconsejo aprovechar para recorrer toda la linea, no habrás perdido el tiempo.
Si prefieres la opción del coche, el viaje tampoco te decepcionará (¡hay que decirlo!). La carretea serpentea en el valle antes de subir y ofrecer algunas vistas antológicas. No dudes en pararte para disfrutar de los paisajes, sobre todo con el tiempo despejado: ¡la vista panorámica de las montañas es excepcional! Sin embargo, debes prestar atención a los pájaros del lugar, los keas, les encanta todo lo que brilla y no perderán la ocasión de atacar tu coche cuando te descuides... ¡Ten cuidado!
Una vez en Arthur Pass, tienes dos opciones, ¿vas a aprovechar para explorar el lugar o simplemente vas a pararte un momento para después continuar descubriendo el resto de Nueva Zelanda? Si no estás de paso y el senderismo no te atrae demasiado, no pierdas el tiempo y sigue tu camino. Por el contrario, si estás impaciente por poder caminar por las montañas del lugar, alquila una habitación en uno de los alojamientos disponibles (albergue, hotel o camping), localiza precisamente los posibles caminos, comprueba bien las condiciones climáticas para el día siguiente, pasa una buena noche y.... ¡disfruta de las cimas!
Todas las rutas de Arthur Pass no son accesibles para todo el mundo. Lo mejor es elegirla en función de tu nivel (¡real, no supuesto!), de tu equipación y de tu condición física. Si tienes algunas dudas o no sabes exactamente que opción elegir, ¿por qué no solicitar ayuda en la oficina de guías locales? Sabrán ayudarte y te propondrán soluciones adaptadas a tus necesidades.
En función de tu presupuesto, incluso podrán acompañarte, lo que también te permitirá aprender muchísimo sobre el ecosistema de esta región (los guías son muy competentes y apasionados) En cualquier caso, opta mejor por el verano, es complicado (y peligroso) caminar por la nieve...