Nuestras agencias son realmente locales. Y eso cambia todo.
Recorrer la belleza natural de los paisajes de Tanzania y descubrir la autenticidad de su cultura son experiencias que se viven de una manera especial desde una bicicleta. Además, la ayuda de una agencia local especializada en este tipo de viajes resultará clave para explorar el país sobre dos ruedas, con una planificación detallada de los itinerarios, los alojamientos y las actividades complementarias y especialmente diseñadas para ti.
Algunas de las mejores rutas en bicicleta por Tanzania te llevarán por sus majestuosos parques nacionales. Por ejemplo, por el Parque Nacional de Mikumi, donde se encuentran las montañas de Uluguru. Más al norte, las montañas Usambaras se prestan a estupendos itinerarios todoterreno, lo mismo que en las zonas de conservación de Ngorongoro y del Serengueti. Pero, sin duda, las rutas más fascinantes se ubican en el Parque Nacional del Kilimanjaro, la montaña más alta de toda África. Allí se pueden organizar recorridos de poco más de una semana para disfrutar de un ascenso único y para conocer las singularidades de la población local masai. Otro de los destinos favoritos para ciclistas de cualquier procedencia y nivel es el archipiélago de Zanzibar, cuyas islas están jalonadas de playas de aguas cristalinas y vegetación virgen, así como de localidades donde aún es posible conocer formas de vida tradicionales.
La elección de descubrir Tanzania en bicicleta no solo tiene un carácter deportivo. Además, se trata de un medio de transporte no contaminante y muy respetuoso con el medioambiente que resulta ideal para adentrarse en la naturaleza salvaje del país. De hecho, ya es posible realizar safaris por las reservas y zonas de conservación de fauna para avistar algunas de las especies más emblemáticas de Tanzania en su hábitat natural. Es el caso de cebras, jirafas o elefantes, siempre con la ayuda de guías locales y monitores. Algunas ascensiones están solo reservadas para ciclistas experimentados, en especial la del Kilimanjaro por las altas cotas que se alcanzan. Sin embargo, buena parte de la geografía tanzana se configura como una sabana sin grandes desniveles, por lo que es apta incluso para quienes no tienen una excelente forma física.
Por su latitud y posición geográfica, el clima de Tanzania tiene un ritmo estacional muy distinto al de Europa. Y, además, su régimen de precipitaciones varía enormemente según la región. Por ello, debes tener en cuenta que la época más húmeda en el sur, el centro y el oeste del país se da entre octubre y abril. En cambio, en el norte, en el entorno del lago Victoria, las lluvias se concentran entre octubre y diciembre y entre marzo y mayo. En esos periodos, algunos caminos y carreteras secundarias pueden quedar impracticables a causa del fango. A nivel térmico, la época más fresca va de mayo a agosto, aunque las temperaturas rara vez bajan de los 15 ºC. Consulta nuestra guía para saber con más detalle cuando viajar a Tanzania.
Ten en cuenta que en el interior del país, el clima es tropical y templado, mientras que la costa es muy húmeda y puede hacer mucho calor, a veces demasiado. La mejor época para viajar a Tanzania es durante la temporada seca, que va de mayo a octubre. Si quieres evitar la temporada de lluvias (que va de marzo a principios de mayo), pero quieres viajar sin preocupaciones fuera de temporada, te aconsejamos viajar desde principios de noviembre hasta mediados de diciembre: hay menos viajeros y los colores son sublimes.
Esta elección también depende de la actividad que desees realizar: viaja en la temporada seca si quieres hacer un safari en la mayoría de los parques, pero elige la temporada de lluvias si lo que buscas es ver cebras y ñus en el Serengeti, en lugar de leones y otros depredadores. Por último, si no toleras bien el calor, evita los meses de enero y febrero, los más calurosos del año.