
Terranova y Labrador merece mucho más que una simple visita. Esta provincia marítima tan desconocida solo se les aparece a aquellos que se toman el tiempo para aventurarse a descubrirla.
Lo que sorprende siempre a los turistas que van a Terranova y Labrador es la variedad de paisajes que posee. Uno espera encontrarse con una provincia en la que los paisajes son puramente marítimos, con acantilados y arrecifes mecidos por el viento, pero en realidad también hay montañas, valles y fiordos, ensenadas llenas de historia y parques nacionales de una belleza embriagadora.
Terranova y Labrador representa una antigua relación como la que puede haber en el mundo entre un pueblo y la naturaleza. Es a Anse aux Meadows(la Ensenada de las medusas) donde llegaron los primeros exploradores del Nuevo Mundo, los vikingos liderados por Erik el Rojo. Allí también se encuentra el parque Gros Morne, un nombre deliciosamente francés, que está lleno de colores tornasolados cuya belleza se exalta durante el otoño.
Terranova y Labrador posee asimismo paisajes que te dejarán sin aliento y icebergs que surgen de la nada a través de la niebla como si de fantasmas se tratasen. Cada estación reserva sus sorpresas y aquellos que trabajan por Canadá verán todos sus esfuerzos ampliamente recompensados.
Pasearse por una pequeña carretera, descubrir un pueblecito de pescadores, entablar conversación con ellos antes de ir en busca de nuevas aventuras y nuevos encuentros... Así es como debería ser el turismo néo-finés: en busca de los secretos ocultos de los lugares.
La ciudad de Saint John's, capital de la provincia de Terranova y Labrador, es la primera ciudad que se fundó en Canadá. Es, además, la que más parecido tiene con nuestras ciudades europeas, nuestro ambiente y nuestra arquitectura, una mezcla de las culturas vasca e irlandesa. Las casas pequeñas de colores se suceden a lo largo de las calles empinadas y uno de los barrios está lleno de pubs en los que uno puede descubrir todas las intrigas de esta pequeña ciudad canadiense que recela de las sorpresas.
Se trata de un lugar de gran interés histórico, ya que presenció guerras y fue testigo del envío del primer mensaje telegráfico, lanzado por Marconi. El museo “The rooms” ofrece a los más curiosos un vasto resumen histórico de la ciudad...
Los amantes de las buenas bebidas no deben perderse la visita de este súper barrio de Quidi Vidi y de su cervecería. Las cervezas locales son excelentes, no se pueden encontrar en otros lugares y dan ganas de sentarse en una terraza mientras descubres el mundo con un Newfie, pero todo después de haber pasado la entronización del "Screechin'", otra tradición sorpresa que solo podrás descubrir cuando estés en el país. Aunque solo los más atrevidos lo probarán.
Un viaje por Canadá no estaría completo sin una visita a Terranova y Labrador, una sorpresa bien escondida.