
¿El extremo oriental de Europa o la puerta de entrada a Asia? La cuestión siempre ha surgido para Georgia, un pequeño país estratégicamente situado y codiciado a lo largo de la historia por sus ricos recursos naturales. Sin embargo, Georgia no debería reducirse a esto. De hecho, es tan poco conocida como digna de mayor interés para quienes buscan un destino con poco tráfico, donde la vida no sea excesivamente cara y donde la naturaleza se codee con arquitecturas sorprendentes, como monasterios, iglesias y otros edificios religiosos, con virtuosismo. Desde Tbilisi, la capital llena de museos, hasta las montañas cubiertas de nieve y las playas costeras, Georgia es un punto de partida ideal para explorar, descubrir y brillar antes de aventurarse cada vez más al noreste de la vecina Rusia... Ya sea para una estancia corta o para un período más largo, no lo dudes: Georgia es para ser descubierta.