Lituania usa los euros desde el 1 de enero de 2015, que sustituyeron a las litas, que a su vez sustituyeron a los rublos en 1993. Sacar dinero y pagar con tarjeta en euros es gratis si tu cuenta también está en euros. Que sepas que, al igual que en el resto de los países bálticos, en los cajeros los billetes salen antes que la tarjeta, así que, ¡no te dejes la tarjeta!
Lituania es la más barata de los países bálticos. Los precios son considerablemente más baratos que en España. Los restaurantes, las bebidas, los productos de consumo diario o incluso el transporte cuestan mucho menos que en Europa occidental. Solamente los hoteles aplican unas tarifas proporcionalmente mucho más altas, pero hoy en día es posible evitarlos, ya sea alojándote en albergues juveniles, en casa de habitantes locales o alquilando un apartamento por Internet.
Lituania es bastante más barata que España. Sin embargo, los hoteles son la excepción que confirma la regla, con tarifas que en temporada alta pueden ser incluso más caros que en España, sobre todo en los sitios turísticos como Vilna, su capital, la costa o el Istmo de Curlandia.
Aun así es muy fácil encontrar ofertas de alojamientos en casa de habitantes locales, albergues juveniles o incluso recurrir a los sitios de alquiler de apartamentos como Airbnb, para no salirse mucho del presupuesto durante el viaje.
Una noche en habitación compartida en un albergue costará en torno a 8 €/cama, un hotel básico alrededor de 40 €/noche y los palacios y otros hoteles de lujo costarán más o menos lo mismo que en España.
Destino más económico de los tres países bálticos: Lituania tiene precios muy ventajosos, sobre todo si vienes de Europa occidental y estás acostumbrado a sus precios. Por unos 10 € podrás disfrutar de un menú completo con bebida en la mayoría de los restaurantes de Vilna, e incluso por menos en el resto del país.
Sin embargo, en general es una cocina muy sencilla y las recetas rústicas lituanas, si pasas allí algo más de tiempo, te pueden llegar a resultar repetitivas. Salvo en el centro de Vilna, la verdad es que hay poca apertura a la cocina internacional y no siempre es fácil probar cocinas diferentes. En ese caso los precios son sistemáticamente más altos, similares a la media occidental.
En cuanto a las bebidas, son considerablemente más baratas. Una pinta de cerveza cuesta alrededor de 1,50 € (eso sin hablar de la amplia oferta de cervezas locales buenísimas), mientras que un refresco o una botella de agua en un restaurante suelen costar en torno a 1 €.
Los productos de consumo diario son aproximadamente un 30% más baratos. Sin embargo, hay otros productos que son aún más baratos. Por ejemplo, un paquete de tabaco cuesta aproximadamente 2 €, un litro de gasolina alrededor de un 15% menos y una entrada de cine unos 5 €.
Visitar los museos y castillos cuesta alrededor de 5 €.
El transporte, sobre todo el autobús, está muy bien desarrollado en Lituania y es muy asequible. Lo mismo pasa con los viajes internacionales, con buenas ofertas a precios bajos, aunque a veces para ello tengas que ir muchas horas a bordo de un autobús lleno. En las grandes ciudades, el transporte público y los taxis también tienen unas tarifas mucho menores que las españolas, pero deberás tener cuidado con las estafas de algunas empresas de taxis que «se olvidan» del taxímetro o aplican tarifas totalmente infladas.