Con gobierno laico, Lituania sigue siendo una tierra altamente religiosa a raíz de su historia y también en la actualidad. Un pequeño repaso a las diferentes comunidades, tradicionales y no tradicionales, y sus prácticas, es bueno para comprender mejor la situación durante un viaje a Lituania.
Una mayoría católica
La cristianización de Lituania fue bastante tardía. No fue hasta el siglo XIX, unos 400 años después de de sus vecinos Letonia y Estonia, que la religión católica romana se convirtió aquí en la religión dominante. Los acontecimientos históricos, las cominaciones y expansiones, han hecho que la cuestión religiosa esté en el corazón de la identidad nacional. La lucha por la libertad se convirtió en una lucha por una la Lituania católica. Lituania es un caso único en Europa de religión como símbolo de la identidad nacional y del rechazo a la toma del poder rusa. En la época de la dominación rusa, las iglesias se transformaron, los practicantes fueron deportados y los cultos se celebraban en secreto. Todo esto hizo que el fervor religioso se intensificara como forma de resistir a la conquista por Rusia.
Como hemos dicho, la Lituania religiosaes principalmente católica, con un 80% de la población. Te darás cuenta durante tu estancia en Lituania. Con más de 717 iglesias activas, perderse en las calles de Vilnius y de otras ciudades se convierte en una misión en busca de las iglesias más bonitas y más ocultas.
Las minorías
La Lituania religiosaes también una Lituania hecha de minorías y de comunidades con muy diferentes estatus. La ocupación soviética dejó un importante número de ortodoxos (4%), la segunda religión. Los judíos estaban muy presentes en el siglo XIX pero fueron exterminados en gran parte durante la Segunda Guerra Mundial y son minoría hoy en día. También hay luteranos, calvinistas, evangelistas, testigos de Jehová, musulmanes, karaístas, pero siempre en pequeñas cantidades.
Todavía existen comunidades religiosas que siguen cultos que se remontan a la antigüedad, mucho antes del cristianismo. Los Romuva, reconocidos oficialmente, mantienen un culto pagano, cercano a la naturaleza.
