Para las familias o los amantes de los animales, esta reserva salvaje permite acercarse a algunos de los últimos orangutanes vivos en estado salvaje.
Aconsejo:
Unos prismáticos o un buen zoom serán muy útiles para inmortalizar y contemplar a estos enormes monos que a veces se encuentran en lo alto de los árboles.
Mi opinión
La isla de Borneo es uno de los últimos lugares en el mundo donde se pueden encontrar orangutanes, lamentablemente en peligro de extinción. De hecho, la destrucción desmesurada de los bosques primarios, (principalmente para la plantación de inmensos cultivos de aceite de palma) es la principal causa de una drástica disminución de estos grandes monos. Actualmente se ha vuelto muy difícil tener la posibilidad cruzártelos en estado salvaje, y la reserva natural de Semenggoh aparece como una segunda oportunidad.
Desde Kuching, llegué hasta el centro encargado, que ofrece a los turistas dos encuentros diarios, (uno cada medio día), a la hora de darles de comer, cerca de una plataforma de observación. Aunque esta forma de alimentarles vuelve a estos primates a un estado semisalvaje, pueden vivir igualmente en su entorno natural y de una forma totalmente libre (no se garantiza poder verlos).
En mi caso tuve la oportunidad de ver a dos jóvenes orangutanes en mitad de su almuerzo, antes de tener la suerte de contemplar a una madre balanceándose de rama en rama a unos veinte metros de altura, que se acercaba para comer ella... y su pequeño agarrado a su vientre.
La reserva natural de Semeggoh Sarawa es quien se encarga de esta oferta responsable que combina la atracción turística y el respeto y la libertad animal, amenizando así un viaje por Malasia.
