Salimos de Kuching bajo una intensa lluvia, que estuvo a punto de disuadirnos. Llegamos por el río a bordo de un barquito, dejamos nuestro equipaje en la oficina, compramos entradas para el parque y unos mapas, y nos inscribimos en el registro. Comenzaba nuestro gran tour por Tajor / Bukit Kruing / Pay Jelutong / Hintang.
Tras darnos un breve baño en el Mar de China Meridional, tomamos el sendero. Son 7 horas de marcha a pie a lo largo de 15 o 16 kilómetros, entre helechos y plantas carnívoras, serpientes verdes, caracoles gigantes, lémures, cangrejos de una pata con una pinza desproporcionadamente grande para su pequeño cuerpo, hormigas migratorias y macacos...
Como era la estación de las lluvias, tuvimos que andar sobre agua y también bajo agua: nuestros zapatos se empaparon y nuestros impermeables no nos sirvieron para nada. Una intensa caminata en medio de raíces que a veces había que escalar, con enormes troncos húmedos sobre el camino. Llegamos temprano al parque: ¡la ducha resulta fría pero bienvenida!
Al día siguiente, el ritmo fue mucho más tranquilo. He de reconocer que habíamos forzado un poco el día anterior. En nuestra segunda jornada, las actividades estrella fueron el mirador y la playa Paku. ¡El parque cumplió nuestras expectativas!
El parque nacional de Bako es una etapa apasionante para los que hacen escala en Kuching (enlaces en autobús) o que se encuentran en el este del estado de Sarawak. Una vez en la entrada del parque, un traslado en barco es imprescindible para acceder al punto de salida de las diferentes rutas de senderismo, a la zona de restaurantes, de información e incluso de alojamiento.
Una decena de recorridos con duraciones y dificultades variables permiten aventurarse en el seno de estos 28 km² en busca de estas maravillas naturales. Selva tropical primaria, relieves karsticos, saltos de agua o ríos color oro. Una agrupación casi completa de especies vegetales de toda la isla de Borneo, así como de las numerosas especias animales entre las que se encuentran el orangután, el mono básico, las ardillas voladoras o el cálaos rinocerontes.
Por falta de tiempo, sólo pasé una jornada en el parque, aunque tuve tiempo de combinar dos circuitos cortos para una variedad de paisajes, fauna y flora increíble. No puedo imaginar el placer de quedarse allí dos o tres días...