A tan solo 5 km de Katmandú y situada a orillas del río Bagmati, la pequeña ciudad de Pashupatinath constituye un lugar de peregrinaje muy sagrado.
Aconsejo:
Si vas en febrero o en marzo, no te puedes perder el Shivarati, un evento que acoge a un gran número de sadhus.
Mi opinión
Pashupatinah fue el lugar en el que más emociones experimenté durante mi estancia en Nepal. Después de muchos años de viajes, puedo decir que, de todas las experiencias que he vivido, esta ha sido la que más me ha marcado.
El río Bagmati de Nepal es un poco el equivalente del Ganges en la India. De este modo, Pashupatinath se ha convertido en un centro extremadamente sagrado para los hindúes. Justo delante del Golden Temple, hay muchos puestos en los que venden ramos de flores y otros tipos de objetos de culto. Muchos sadhus van a peregrinarse allí. Estos son mucho más auténticos que los peregrinos que están en Durbar Square, en Katmandú. Su fervor es asimismo mucho más real. Es en Pashupatinath donde tienen lugar las cremaciones en los ghats. Aquellos turistas que lo deseen, podrán presenciar el ritual. Por cuestiones evidentes de respeto para con las familias, te recomiendo que cruces el puente y que cojas sitio en la orilla opuesta del río. Esto es lo que pasa durante el ritual. Llega un cuerpo que va cubierto con una mortaja amarilla. Primero lo introducen por completo en las aguas del Bagmati y luego, lo colocan sobre la pira. Entonces, los miembros de la familia le derraman agua del río en la boca. A continuación, al hijo mayor le rapan la cabeza y este le prende fuego a la pira a medida que va dando cinco vueltas. Antes de 1829, las viudas eran quemadas junto con sus esposos. Una vez que ha dado las cinco vueltas, el hijo asesta un hachazo al cráneo del difunto con el fin de liberar su alma. Una cremación completa dura unas tres horas y requiere unos 400 kilos de madera. Al final se esparcen las cenizas por el río. Los seres puros como los sadhus, los bebés o las víctimas de cobras no se someten al ritual de la cremación, sino que sus cuerpos se envían directamente a las aguas sagradas. Se trata de un proceso impresionante que se lleva a cabo en todo momento con una humanidad increíble. Además, la atmósfera está cargada de sentimiento durante todo el proceso.
En lo que llevo de vida, he visitado 50 países y jamás había visto ni he vuelto a ver nada tan conmovedor como el ritual que presencié ese día. Si tuviese que recomendar un lugar del mundo al que ir, ese sería sin duda Pashupatinath.
*Tras los duros seísmos que golpearon a Nepal en abril y mayo de 2015, el país se está reconstruyendo poco a poco. Este artículo se escribió antes de que tuviera lugar la desafortunada catástrofe.
