Sitio ineludible una estancia en Nepal, el valle de Katmandú es el centro histórico y cultural del país. En esta región están las tres antiguas ciudades reales: Katmandú, Patan y Bhaktapur, capitales de los antiguos reinos Newar. Lleno de monumentos, el valle está incluido en el Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO gracias a las plazas centrales de estas tres ciudades, las Durbar Square, donde hay templos y palacios.
El resto del valle es también rico en edificios religiosos. Los más famosos son el enorme templo de Pashupatinath, dedicado a Shiva, la estupa de Bouddhanath, lugar de peregrinaje de creyentes tibetanos, y el templo de Swayanbunath en lo alto de una colina con vistas a la capital. Siempre hay algo que ver en un viaje a Nepal.
*Después de los fuertes terremotos que asolaron Nepal en abril y mayo de 2015, el país se recompone poco a poco. Este artículo fue escrito antes de la catástrofe.
Este lugar se define con una palabra: denso. No me refiero a la densidad geográfica o residencial, sino la densidad que se desprende de cada sitio a donde vamos. Te asediarán los vendedores ambulantes ofreciéndote objetos ridículos o postales que no necesitas.
En Bodnath, los budistas tibetanos rezan en silencio alrededor de la estupa gigante. En Pashupatinath descubrimos la tradición de la cremación. No me sentí muy bien cuando entendí que ese objeto que estaba recolocando sobre la pira era un pie humano que se iba a caer.
Una vez más, sufrirás para llegar a los sitios (el sistema de autobuses local es complicado, los taxis tienen un precio exagerado para los turistas...) Tendrás que negociar a menudo y es posible que te canses rápido de decir que no a los insistentes nepalíes. Sé educado con ellos a pesar de todo, no te arrepentirás.
*Después de los fuertes terremotos que asolaron Nepal en abril y mayo de 2015, el país se recompone poco a poco. Este artículo fue escrito antes de la catástrofe.
Tras haber explorado las callejuelas de aspecto medieval de la capital, Katmandú, mis amigos y yo decidimos hacer una excursión de varios días. No pudimos hacer uno de los circuitos clásicos del norte de Nepal porque la mayoría de pasos estaban cerrados por la nieve, así que decidimos quedarnos en las tierras bajas. Cubriendo una amplia zona que incluye la capital, el valle de Katmandú es un mosaico de paisajes de fácil acceso para todos.
Después de haber visto la bonita estupa de Bodhnath, paseamos de pueblo en pueblo, hasta la cima de Nagarkot, y a continuación fuimos a visitar el monasterio sagrado de Namobuddha. Los días siguientes descendimos hacia el pueblo de Dhulikhel, que huele a flor de azahar. Esta región del país es una tierra fértil apta para cultivos de todo tipo.
Siguiendo las muchas banderas de oración que hay en los caminos, descubrimos en el valle de Katmandú una gran concentración de sitios protegidos por la UNESCO. Nuestra última etapa fue la ciudad medieval de Bhaktapur donde admiramos el trabajo meticuloso de los alfareros mientras disfrutamos de un delicioso queso de yak.
*Después de los fuertes terremotos que asolaron Nepal en abril y mayo de 2015, el país se reconstruye lentamente. Este artículo fue escrito antes de la catástrofe.