Su reputación como el templo más hermoso es bien merecida, ya que la sensación al entrar en el templo fue realmente mágica.
Angkor Wat es el templo más grande de la antigua ciudad de Angkor, que fue la capital del Imperio Jemer durante varios siglos. Durante mi visita, me detuve contemplando los bajorrelieves y las esculturas que decoran el templo, que pueden tomarte incluso 4 ó 5 horas. Realicé la visita a Angkor Wat con un guía, ya que está repleto de hechos históricos. Si quieres puedes recorrer Angkor de forma libre, pero en los tres días que recorrí Angkor agradecí la ayuda de un guía durante un día para tener una comprensión mayor del lugar, un sitio lleno de simbolismos.
Otro asunto, aunque el sitio no está muy controlado, es mejor venir con ropa decente: no vengas con pantalones cortos o camisetas sin mangas, pues si bien los budistas no te lo reprocharán, puede que sientan malestar al verte.
Aparte de los templos, es bueno saber que Angkor todavía es un lugar habitado, y tras visitar el templo, se puede pasear por los pueblos para conocer a la gente del lugar: por eso recorrí la zona en bicicleta, una forma muy práctica de conocer Angkor, aunque al final del día te duelan un poco las piernas después de explorar el enorme complejo.
Me encantaron los templos más conocidos y visitados del sitio de Angkor, como Angkor Wat, Bayon y el Prohm. Pero también me tomé tiempo para escapar de los lugares convencionales y acercarme a ver otros templos no tan conocidos, que son sin embargo dignos de ver o incluso más hermosos.
El templo de Koh Ker por ejemplo me gustó mucho: es un templo en forma de pirámide, que susctia muchos debates porque se asemeja a los templos mayas y las pirámides egipcias. Es una de las cosas más interesantes de Angkor: el lado místico e inexplicable de las construcciones. El templo de Beng Mealea también vale la pena en mi opinión.
De hecho, tras varios días de visita, creo que es mejor ir a ver los templos más remotos en primer lugar, como los de Banteay Srey, Koh Ker, Beng Mealea, o incluso el de Banteay Samre, para terminar con el símbolo de Camboya: el templo de Angkor Wat.
Me quedé fascinado por la grandeza del templo de Angkor Wat, el más grande de los templos de Angkor, así como por la belleza de sus bajorrelieves, en especial los que representan las apsaras, esas bailarinas celestiales. Para visitarlo necesitarás al menos tres horas. Me arrepentí de no haber contratado un guía para conocer más detalles de los lugares.
Angkor Wat, es también una cita imprescindible durante la salida del sol. Si quieres contemplarlo, debes prepararte psicológicamente para estar acompañado de miles de turistas que han tenido la misma idea. Aunque llegué al sitio una hora antes de que el sol hiciese aparición, ya había una multitud de turistas alrededor de la piscina. Así que me fue imposible colocarme en primera fila para contemplar el reflejo del templo en el agua. El amanecer es un momento muy hermoso, aunque la magia se vea un poco empañada por las tropas de turistas.
Si bien el templo de Angkor Wat es uno de los lugares indispensables por su gran belleza, también guardo un recuerdo imborrable de Bayon y sus impresionantes torres con rostros, así como por Ta Prohm y los gigantescos árboles enraizados en las piedras.
Mientras organizaba mi recorrido por Angkor, temía que las visitas fuesen un poco repetitivas después de tres días. Pero me quedé muy sorprendido por la diversidad de los templos que conocí. El sitio de Angkor es de una belleza impresionante.
Para recorrer los templos puedes alquilar una bicicleta o usar los servicios de un tuk tuk. Es agradable hacer en bicicleta el pequeño circuito de templos, pero un consejo, vuelve antes de la puesta del sol. Yo volví por la noche, y fue aterrador, tuve que circular en medio del denso tráfico, con scooter y tuk tuk que me pasaban rozando...
Me quedé especialmente asombrado por dos templos de Angkor: el Bayon y Ta Phrom. En Ta Phrom tuve la sensación de jugar a las aventuras, y perderme en el templo al estilo "Indiana Jones". Me quedé impresionado por los gigantescos árboles que tomaban posesión de los lugares y se enraizaban a las rocas. Los colores son también magníficos. En resumen un amor a primera vista.
Si puedes, llega temprano (antes de las 7h00) para ver el templo en solitario. También me quedé asombrado por la belleza de Bayon y sus torres con rostros. Un lugar excepcional al que ya tengo ganas de volver...
Es difícil permanecer impasible ante el esplendor de los templos de Angkor. No sobran los superlativos para describir este impresionante sitio histórico, testigo desde hace muchos siglos del reino jemer.
Disfruté mucho de la belleza de Angkor Wat, auténtico icono del lugar y símbolo de la arquitectura jemer. Angkor Wat es por lo tanto el templo más visitado de todos, en especial por la mañana cuando amanece y se van iluminando gradualmente los templos.
No sé si lamentar o no los ejércitos de turistas que aparecen en masa cada día, creo que Camboya tiene todo el derecho de aprovecharse del turismo de la misma forma que lo hacemos nosotros y muchos otros países en el mundo.
Angkor Wat me impresionó, pero no en exceso, en el sentido de que Angkor cuenta con innumerables templos más o menos distantes que te ofrecen mucha más calma y cercanía con su pasado jemer.