Las Highlands del oeste: amor a primera vista en Escocia Y con razón. Paisajes impresionantes, valles con páramos desiertos, lagos y más lagos, de agua salada o dulce, y cuyas aguas varían entre el azul y el negro. Además de una costa irregular, que forma una multitud de penínsulas, e islas, que en la costa ofrecen unos panoramas grandiosos en especial al ponerse el sol.
Las Highlands del oeste son una maravillosa bendición para los excursionistas, los amantes de la naturaleza y los apasionados de la historia. Entre los clásicos, no te puedes perder: el magnífico Castillo de Donan (mi preferido) y las ruinas de Chilchurn y Uqhuart, las ciudades portuarias de Oban y Ullapool. Las islas: Skye, con un aspecto lunar, y Arran, con sus piedras alzadas, la península salvaje de Ardnamurchan, Ben Nevis y Glencoe que esconden un pasado sangriento. Además de los alrededores de Gairloch y Summer Isles.
En esta región, prepárate para recorrer las estrechas carreteras que serpentean a lo largo de la costa y que ofrecen unas vistas maravillosas del mar. Este festival de la belleza merece unos cuantos días durante una ruta por Escocia
Recomendaría a aquellos viajeros a los que les gusten los países fríos y la nieve sobre las montañas que eviten los meses de julio y agosto, puesto que el verano es un periodo de fuerte afluencia de turistas. La isla de Skye es espléndida; me arrepiento de no haber pasado más tiempo realizando excursiones y descubriendo sus destilerías, sus castillos y sus pequeños puertos pesqueros, como Portree. Si te apetece, no dudes en visitar también la isla de Lewis y Harris.
No lejos de la isla, en el continente, merece la pena visitar el famoso castillo Eilean Donean para disfrutar de su situación. Más al sur, Loch Morar, Mallaig y la isla de Mull pueden ser otros puntos de exploración, cada uno con sus peculiaridades.
Claramente, las Highlands del Oeste son un 'must-see' en cualquier viaje por Escocia.