Fue mi castillo preferido durante mi viaje por Escocia. ¿Que por qué? Pues porque es fotogénico y, además, está muy bien conservado. También ha servido de decorado para un montón de películas como "Los inmortales" (1986) o "El mundo nunca es suficiente" (1999), de la saga de James Bond. Y eso no es todo: ha servido de inspiración a muchos artistas.
Aunque se destruyó en parte durante la revolución jacobita de 1719, un teniente compró el islote en el que se encuentra en 1911 y se puso a restaurarlo según los planos iniciales. El castillo se volvió a abrir al público en 1932. Hoy en día se pueden visitar casi todas sus estancias. En resumen, ¡Eilean Donan me encantó!
El castillo de Eilean Donan se alza majestuoso en las montañas de la isla, conectado a la península por un pintoresco puente de piedra. Aquí, tres lagos marinos (Duich, Long y Alsh) se encuentran y el color oscuro de sus aguas dan un aspecto atormentado y misterioso al lugar, tremendamente romántico. El castillo de Eilean Donan, construido originalmente en el siglo XIII por Alejandro II como defensa contra los vikingos, ahora es el castillo más fotografiado de Escocia y un emblema de las Tierras Altas. Fue el escenario de numerosos ataques y reconstruido en muchas ocasiones, a lo largo de los siglos. Comprado y restaurado por el clan MacRae en el siglo XX, está abierto al público desde 1932. En este entorno idílico, fueron rodadas, entre otras, escenas de las películas "Los inmortales" y "El mundo no es suficiente" de James bond.
Descrito como uno de los castillos más bellos de Escocia y el más romántico (¡para mí, lo es!), Eilean Donan es una visita imprescindible durante tu estancia en Escocia. Si solo quieres visitar un castillo en las Tierras Altas, entonces ¡te recomiendo éste! Yo lo descubrí hace diez años. Por aquel entonces, el turismo en torno a la fortaleza aún no se había desarrollado. Al caer la noche, incluso pude presenciar una boda tradicional escocesa. La novia cruzó el puente y se reunió con su marido, vestido con el tradicional kilt, al son de las gaitas: ¡una escena única e inolvidable! Hoy en día, hay que pasar por el centro de información para poder acceder al castillo. Hay una cafetería y una tienda de recuerdos, además de un enorme aparcamiento, lo cual me parece que le resta encanto al lugar. Por contra, al atardecer, cuando la mayoría de los turistas se han ido, todavía se puede pasear alrededor del edificio y por el puente para ver la puesta de sol. El castillo está engalanado con tonos dorados que se reflejan en el agua de color negro azabache: es, sencillamente. ¡sublime! La visita a este lugar es muy interesante. Parece más pequeño desde el exterior. Algunas de las habitaciones han sido reconstruidas (las cocinas, el comedor, etc.) y los paneles relatan su turbulenta historia. Verás muchas fotos de la familia del clan Macrae y también del rodaje de la película "Los inmortales".