En tu primera visita a Grecia, Atenas es un punto de partida obligado. No puedes perderte el Parque Arqueológico de la Acrópolis, donde se encuentra el famoso Partenón, y el Ágora Romana. También es interesante recorrer el barrio de Plaka y subir al Monte Lycabettus para disfrutar de una vista panorámica de la ciudad.
Después de explorar Atenas, el Peloponeso es un destino imprescindible. En esta región, sitios como Corinto, Micenas, Epidauro y Olimpia ofrecen un viaje al pasado a través de sus yacimientos arqueológicos.
Finalmente, no puedes dejar de visitar al menos una de las islas griegas. Santorini es famosa por sus casas blancas con techos azules y sus impresionantes vistas al Mar Egeo, mientras que Mykonos es conocida por sus hermosas playas y su animada vida nocturna. Si buscas una experiencia más tranquila, Creta puede ser una buena opción, con su rica historia y su diversidad de paisajes.
- Atenas: Acrópolis, Ágora Romana, barrio de Plaka y Monte Lycabettus
- Peloponeso: Corinto, Micenas, Epidauro y Olimpia
- Islas griegas: Santorini, Mykonos, Creta
Cada lugar tiene su encanto único y, sin duda, te dejará con ganas de volver para descubrir más de este bello país.