Capital de Menabe, el "Gran Rojo"
Con una población de 40 000 habitantes la capital de la región de Menabe constituye una ciudad tranquila, junto al borde del canal de Mozambique. La ciudad está cortada en dos por una larga avenida central, y se encuentra orientada hacia el mar. La pesca supone la actividad principal de Morondava, población habitada sobre todo por pescadores Vezo y Sakalava, pero el turismo es también fuente de subsistencia para muchas familias.
Se llega a Morondava desde Antananarivo en taxi colectivo (calcula unas 18 horas de trayecto): este es el punto de partida o llegada de la mayoría de excursiones que se hacen por la región. Los taxis colectivos salen por lo general de la capital por la tarde y llegan a Morondava al día siguiente por la mañana. Para la vuelta, tendrán que dejar Morondava al acabar la mañana o comenzar la tarde; la llegada a Antananarivo se hace al día siguiente por la mañana.
Un gran pueblo
La ciudad crece en torno a una arteria central que une la playa con el campo sobre el cual se alza el casco antiguo y su mercado. Más que una ciudad, se trata de un pueblo grande. Más lejos se distingue el verde brillante de los arrozales que aparecen divididos por parcelas, delimitadas con inmensas palmeras.
El taxi colectivo te dejará en la "ciudad nueva", que realmente no lo es tanto. Desde el parking de la estación podrás unirte a la arteria principal. La playa está situada al final de la calle, a tu derecha. El centro cuenta con diversos hoteles, pero la gran mayoría de ellos se encuentra al borde del mar. Los comercios y restaurantes locales limitan con la avenida y las calles adyacentes. Si te desvías a la altura del palacio de justicia, la calle te conducirá literalmente al puesto de policía junto al cual se encuentra la prisión, y, frente a ella, el cementerio... No se trata desde luego de la mejor zona de la ciudad, lo mejor es dar media vuelta.
¡Te recomiendo, sin embargo, que vayas a dar una vuelta por el mercado, donde reina un buen ambiente!
Nosy Kely, la "pequeña isla"
A un extremo de la ciudad, sobre la playa comienza la península de Nosy Kely, donde se reúne la mayoría de establecimientos turísticos de la ciudad. La carretera está limitada a ambos lados por un gran número de hoteles, bares y restaurantes, algunos de los cuales dedicados al bienestar. El baño está permitido en la playa, situada justo detrás, pero ten cuidado con las corrientes, que pueden resultar muy fuertes. Morondava destaca también por la erosión que amenaza a su litoral y que hace retroceder al río poco a poco.
Si continúas hasta el borde de la carretera, llegarás ante la península de Betania, la cual se puede cruzar atravesando el río en piragua por una módica suma . Te aconsejo que visites el pueblo de pescadores y la playa sobre la cual aguardan las piraguas su salida por el mar: se trata de un lugar maravilloso para contemplar la puesta de sol.
