A una altura de 3.700 metros, la etapa de Khopra Danda nos ofrece unas vistas espectaculares. Aunque el ascenso viniendo de Ghorepani me ha parecido largo y difícil, la verdad es que ha valido la pena. El lugar no es nada turístico porque lejos de los lugares frecuentados, es cuando me siento de verdad solo y desconectado del mundo.
El segundo día he intentado ir hasta, el lago pero tras 2 horas de marcha, hacía tanto frío que tuve que darme media vuelta, cosa que hacía bastante gracia a los nepaleses que iban en camiseta de manga corta. No obstante, el paseo a los pies del Annapurna era muy agradable.
Lo disfruté de verdad sin hacer nada, simplemente admirando la inmensidad. Las noches charlando frente al fuego me han permitido conocer mejor Nepal y la vida de las montañas.
La puestas de sol se quedan en mi mente como uno de los mejores recuerdos de mi viaje por Nepal.