Del archipiélago Vesterålen me gustaron sobre todo las iglesias, faros y museos locales de los alrededores. Estos últimos me permitieron conocer más sobre la particular historia de esta región.
Además de todo esto, tuve también la oportunidad de hallar una rica variedad de aves marinas al llegar a este archipiélago. Los alces no moraban muy lejos de allí; tuve la suerte de poder contemplar algunos mientras recorría el interior del país.
Por último, existe la posibilidad de observar ballenas en el periodo que va desde mayo a septiembre, aunque no tuve tiempo para dedicarme a ello. ¿Por qué no tratas de vivir una aventura absolutamente única por el norte de Noruega?
Las islas Vesterålen son un destino donde es posible practicar cualquier tipo de actividad en la naturaleza: senderismo en un día, paseo en bicicleta, kayac de mar, paseo en barco, safari de ballenas.
Teniendo en cuanta la posición muy occidental del archipiélago, aprovecha para visitar algunos faros de la isla. Algunos incluso funcionan como alojamiento y para los viajeros de larga duración, les acogen a cambio de servicios. Todavía me acuerdo caminando por una playa de arena blanca, solo, al pie de impresionantes montañas. ¡Finalmente, el encantador y aislado pueblecito de Andenes te dará escalofríos en plena neblina!
Si te llama la civilización, no olvides dar una vuelta por Sortland, principal ciudad del archipiélago. A pesar de ser desconocidas, las islas Vesterålen son para mi un imprescindible para cualquier viaje a Noruega.