Conducir en un país extranjero no es siempre una cosa fácil, pero en Noruega lo más complicado no son ni los conductores imprudentes, ni la circulación, sino más bien el estado de las carreteras. Ahora no puedo ni imaginarme cómo habría sido antes, cuando esa era la única forma de desplazarse de un lugar a otro.
Llegamos a un ritmo tranquilo un magnífico día de verano, disfrutando plenamente de las vistas y del impresionante paisaje de esta parte de Noruega. Nos asustamos un poco cuando un trailer se enfrentó a una hilera de coches que venían por el camino. Felizmente nuestro conductor supo mantener la sangre fría y se alejó lo suficiente para dejar al camión maniobrar.
Esta ruta más conocida con el nombre de Trollstigen en noruego, está salpicada de áreas de descanso para permitir a los conductores hacer pausas de vez en cuando. Te recomiendo que pases por la meseta de Trollstigen, pues ofrece unas vistas asombrosas, y será un pequeño desafío para aquellos que tengan vértigo.