Para apreciar Moscú sin opiniones subjetivas, creo que habría que visitarlo antes de ir a San Petersburgo. Si primero visitas San Petersburgo durante tu circuito por Rusia, te arriesgas a que Moscú te decepcioné.
Lo viejo y lo nuevo se mezclan sin cesar en Moscú. Hay muchos edificios grises de un feo estilo soviético por todas partes. A veces, la belleza arquitectónica corta la fealdad de la arquitectura brutalista.
Descubrir Moscú a pie es sinónimo de recorrer enormes distancias, no dudes en desplazarte en metro.
Todas las etnias de Rusia y de Asia Central se dan cita en Moscú donde podrás ver un concentrado de diversidad cultural, étnica y social.
En Moscú, me encanta visitar el Kremlin, lugar muy agradable con magníficas iglesias ortodoxas antiguas. La Plaza Roja también es una de mis lugares favoritos. El parque Gorki en verano es ideal para echar la siesta al sol. Y por la noches, después de volver a casa y arreglarse, cita en el club Barbados para bailar con gente guapa.
Para un viaje atemporal en Moscú, vete al monasterio de Novodievitchi. Apenas penetré en el recinto del monasterio, el tiempo se detuvo y me vi transportada a pleno siglo XVII. Con la nieve que había caído durante la noche, las cúpulas doradas del monasterio se engalanan con una piel de armiño. La luz es increíblemente dulce, como en un sueño. A cada paso, se adivina una nueva maravilla, oculta tras una rama de sauce congelada. Un momento único, en el que saboreo el silencio y la ausencia de turistas.
Para un segundo viaje en el tiempo, te aconsejo igualmente ir a visitar la casa Gorki. Una maravilla del modernismo, en la que pasé una media hora recorriendo la escalera central: una obra monumental, que simboliza las olas y está coronada por una impresionante lámpara en forma de medusa. Al pasearme por las diferentes piezas, me sumergí en la vida de los años 1940, imaginé a Stalin y los más grandes escritores de la época reunidos en esta casa para definir el concepto artístico de realismo socialista.
Después, y ya que el alimento del alma no es nada sin el alimento del cuerpo, termina tu jornada en un restaurante georgiano, sin olvidarte de probar las berenjenas "Badrijani Nigvzit", servidas con granadas, nueces y especias. ¡Una delicia!
Por sorprendente que parezca, Moscú me hizo pensar inmediatamente en Barcelona : a finales del mes de abril, hacía calor y los paseos por los grandes parques rodeados de agua (especialmente el parque Gorki) dieron a mi viaje a Moscú un ambiente estival.
Deambularpor latardealrededordelaimprescindiblePlazaRojadeMoscú con unos moscovitas muy cálidos refuerza este sentimiento festivo y agradable. El día, la grandeza de la ciudad promete descubrimientos varios: tantas iglesias ortodoxas, de arquitectura curva y colorida que se enfrentan a los edificios estalinistas rectilíneos y austeros. En mi opinión, durante una corta estancia en Rusia, es mejor evitar el Kremlin para, en su lugar, admirar las iglesias ¡de visita indispensable!