Rusia evoca tantos misterios que las opiniones y consejos que dan los viajeros de la comunidad de Evaneos se hacen aún más importantes. Harían falta meses para hacerse una idea exacta de las diferentes federaciones, del Óblast de Magadán hasta la República de Carelia. Por tanto, para ayudarte un poco, te ofrecemos una selección de lugares para visitar.
Por supuesto, la capital, Moscú, es el punto neurálgico de cualquier desplazamiento por el país y te llamará la atención por sus famosas basílicas y catedrales, sin olvidar la Plaza Roja, el Kremlin y la vida subterránea de los metros y pasajes.
En vez de abandonarte a la lentitud del Transiberiano, el tren a gran velocidad (el Sapsan) te llevará desde la capital hasta San Petersburgo en menos de 4 h. Desde allí, se abren los grandes clásicos naturales de la Venecia del norte. Entre los 70 museos que existen, destacamos el museo del Hermitage y el museo ruso. Un largo paseo te llevará por las orillas del río Nevá, la plaza del Palacio, el jardín de Verano y la perspectiva Nevski.
Si quieres sumergirte por completo en la cultura rusa, no dudes en visitar Ekaterinburgo, la 4ª ciudad más importante del país. Se encuentra situada en los Urales, por lo que la ciudad se encuentra en el punto de unión entre Europa y Asia, todo un periplo que se aprecia en el Transiberiano.
Continúa hacia el lago Baïkal, que te atraerá después de pasar unos días en la isla de Olkhon. Las estepas, las espléndidas vistas sobre el lago desde los cabos, los caballos salvajes en libertad y los "bouriates" te recibirán en un entorno onírico. Para finalizar tu viaje y aumentar tu fascinación por Rusia, pon rumbo al valle de Barguzín, un lugar aún no muy visitado, pero que alberga gran cantidad de curiosidades geológicas a pesar de estar bastante poblado.
Y eso es todo por ahora. ¡Que el virus de Rusia se ampare de ti!