Si deseas descubrir Rusia a través del Transiberiano, permítete algunas escalas de dos-tres días en algunas ciudades como, por ejemplo, Krasnoyarsk. Es importante descubrir este tipo de lugares en Rusia aunque solo sea para abrirnos los ojos: no, Siberia no es una tierra hostil en la que solo los restos de los "goulags" dominan los paisajes. ¡Lejos de eso!
Krasnoyarsk es una ciudad cargada de historia, muy agradable y dinámica. Dotada de una arquitectura variada, con su barrio de las "isbas" (casas tradicionales de madera), sus calles peatonales con fachadas que recuerdan a San Petersburgo, su visita demanda al menos un día entero. ¿Es posible que, como me ocurrió a mí, te veas sorprendido por el barrio de las "isbas" que verdaderamente me hizo pensar en las calles de las películas del oeste?
Es, también, un lugar rico en cultura artística. Uno de los principales artistas de los Ambulantes (corriente pictórica de Rusia), Sourikov, es natural de la ciudad. Hay un museo dedicado a él y la visita guiada merece la pena. Igualmente, haz una parada en el gran museo de arte contemporáneo que no tiene nada que envidiar a nuestros museos europeos.
Después, en las orillas del río Yeniséi, una gran yurta te atraerá irremediablemente y, sentado en un puf, podrás degustar platos rusos y asiáticos. Sin duda un anticipo antes de llegar a las tierras del Baïkal o de Mongolia.