Pocos son los países que posean tanta riqueza como lo hace Armenia. ¿Conoces algún otro lugar en donde una antigua tradición milenaria sea parte de paisajes tan bellos? La prueba está aquí, si es que era necesario demostrarla, la tenemos en la belleza y la excepcional conservación de los numerosos monasterios que inevitablemente te encontrarás por tu camino: Noravank, Guéghard, Marmashen, Saghmosavank o incluso el monasterio de Hovhanavank. Si estás interesado por construcciones aún más antiguas, no te pierdas de ninguna manera la basílica de San Juan Bautista, que data del siglo V (alrededor de Aragastsotn), el célebre monasterio de Tavek del siglo IX y es reconocido como uno de los más hermosos de toda Armenia, los conjuntos arquitectónicos de Haghpat y Sanahin, que también se encuentran inscritos en el Patrimonio Mundial de la Unesco, el monasterio-fortaleza de Akhtala, famoso por sus frescos únicos, o el Caravansérail de Selim, testimonio espléndido de una época pasada de la Ruta de la Seda. Si esto no te parece suficiente, siempre puedes aspirar a hacer un combinado y visitar los países limítrofes como Georgia. Haz un verdadero viaje en el tiempo y dirígete al templo de Garni, o al sitio megalítico de uno de los observatorios más antiguos del mundo, Karahundj. Tras regresar de una larga caminata, quizás agradezcas detenerte un rato y degustar algunas de las especialidades culinarias armenias, como las hojas de vid enrolladas y rellenas, llamadas Tolma, acompañadas de un pequeño vaso de alcohol local. Ya sea porque estés buscando un destino desconocido, un refugio de la historia o un país en donde el trato con la gente sea amable y sencillo, entonces, no lo dudes más: ¡Armenia es para ti!