Islandia es un país increíble y un destino natural por excelencia, con una naturaleza única en el mundo que te sumergirá en paisajes lunares interminables. En esta tierra de fuego y hielo descubrirás glaciares, volcanes, playas de arena negra y géiseres, y además tendrás la oportunidad de desconectar por completo.
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A tu llegada a Reikiavik te recomendamos hacer una parada en la capital y disfrutar de la música en directo en algunos de los bares de la ciudad. Durante la temporada baja, podrás hacer un recorrido por el Círculo de Oro para visitar el parque nacional de Thingvellir, cuevas de hielo, el géiser Geysir y las cascadas de Gullfoss. Si viajas en verano, puedes omitir esta etapa, ya que está especialmente concurrida. Por otro lado, las impresionantes cascadas de Seljalandsfoss y Skógafoss son dos de los mejores lugares que no te puedes perder en el sur de la isla.
En el oeste, descubre la península de Snæfellsness, con sus costas salvajes y volcanes. En el este encontrarás fiordos y pintorescos pueblos pesqueros, así como el parque nacional de Skaftafell, con sus lagunas glaciares, icebergs y cuevas de hielo. El norte de Islandia te promete un viaje lejos de las multitudes, incluso en verano. En la región del lago Mývatn podrás disfrutar de baños naturales menos concurridos que los del Blue Lagoon, así como de unos paisajes magníficos.
La mejor época para viajar durante unos 15 días por Islandia dependerá de tus preferencias y de las actividades que quieras realizar. Si buscas disfrutar de un clima más cálido y días largos, el verano (junio, julio y agosto) es la época ideal. Durante estos meses, las temperaturas oscilan entre los 5 y los 25 grados, lo cual es ideal para recorrer la isla y disfrutar de actividades al aire libre. Eso sí, también es la época con más turistas, especialmente desde los últimos años.
Por otro lado, si tu objetivo es presenciar la maravilla natural de las auroras boreales, deberías considerar viajar en septiembre. Aunque el clima puede ser más frío e impredecible, las posibilidades de observar este fenómeno natural son mayores durante este mes.
Si prefieres evitar las multitudes y disfrutar de precios más asequibles, la temporada baja, que va de septiembre a mayo, puede ser una buena opción. Sin embargo, ten en cuenta que algunas carreteras pueden estar cerradas debido a las condiciones climáticas adversas.
Recuerda que, independientemente de la época que elijas, el clima en Islandia puede cambiar rápidamente, por lo que es recomendable llevar siempre ropa adecuada para diferentes condiciones meteorológicas.
- Descubre impresionantes y exclusivos lugares naturales, como los fiordos del este, los gigantescos glaciares y las playas de arena negra. Un viaje a Islandia te ofrece la oportunidad de contemplar algunos de los paisajes más hermosos del mundo.
- Sumérgete en aguas termales en pleno invierno. Aprovecha para disfrutar de estos spas al aire libre junto a cuevas de hielo y con unas impresionantes vistas a las estrellas.
- Presencia las auroras boreales. En el límite del círculo polar ártico podrás presenciar este fascinante fenómeno natural. Ten en cuenta que solo son visibles entre septiembre y marzo.
- Siéntete solo en el mundo. Si te alejas de Reikiavik y del Círculo Dorado, podrás recorrer kilómetros sin encontrar a nadie. Experimenta la sensación de tener la isla solo para ti.
- Vive una experiencia ajena al paso del tiempo. Descubre un ritmo nuevo, donde las noches y los días ya no están determinados por el sol.
Si planeas hacer un viaje por carretera en Islandia es probable que necesites alquilar un vehículo todoterreno para poder transitar por ciertas carreteras. Si es tu primera vez en la isla, te recomendamos seguir la Ruta 1, también conocida como la carretera circular. Tú decides el número de etapas que quieras hacer según tus preferencias y la temporada. Por ejemplo, en verano se debe evitar el Círculo Dorado y es importante estar atento a las condiciones meteorológicas durante un viaje en invierno.
La mejor temporada para hacer un viaje por carretera en Islandia es, sin duda, el verano. La luz es buena y las temperaturas, bastante suaves. Simplemente debes priorizar las épocas de menor afluencia turística, por ejemplo, antes de las grandes vacaciones de verano. En invierno algunas carreteras pueden estar cerradas, así que asegúrate de informarte antes de ir.
En verano es recomendable evitar el Círculo Dorado, ya que es muy turístico y está muy concurrido, y explorar en cambio el resto del país.
Al este de la isla encontrarás hermosos fiordos y encantadores pueblos pesqueros. Las playas de arena negra de Vik y el parque natural de Skaftafell son lugares que definitivamente vale la pena visitar durante tu viaje. Otra opción es explorar las Tierras Altas del norte, a las que se puede acceder después de hacer una parada en la península de Snæfellsness. El itinerario incluye caminatas entre volcanes, glaciares y paisajes impresionantes.
Planificar una ruta por Islandia con niños puede ser todo un desafío, pero el país ofrece una gran cantidad de experiencias divertidas y educativas que harán que tus hijos se enamoren de esta isla mágica. Con una duración de 15 días, en tu viaje por Islandia tendrás tiempo más que suficiente para explorar los principales atractivos del país y disfrutar de una serie de actividades emocionantes adaptadas a los más pequeños.
Comienza tu aventura en la capital, Reikiavik, donde se pueden visitar museos interactivos adaptados a los niños. No te pierdas el Museo de las Ballenas donde aprenderán sobre estas majestuosas criaturas del mar.
Desde Reikiavik, puedes emprender un viaje al Círculo Dorado (o Ring Road), una ruta que incluye el Parque Nacional de Þingvellir, el géiser Geysir y la cascada de Gullfoss. Estos sitios son de fácil acceso y se pueden explorar a un ritmo adaptado a los niños.
La Costa Sur de Islandia es otra parada obligatoria. Aquí podrás explorar las playas de arena negra de Vík, donde los niños podrán buscar formaciones rocosas que, según las leyendas locales, son trolls petrificados.
Y si tus hijos son amantes de los animales y la naturaleza, no te pierdas la oportunidad de vivir experiencias como el avistamiento de ballenas en Husavik, conocer las focas en libertad, los acantilados de Dyrhólaey, la cascada de Svartifoss, la Diamond Beach, una gran variedad de aves, la catarata Gullfoss, los campos de lava, los fiordos del oeste, visitar una cueva de hielo, o una excursión para ver frailecillos en los acantilados de Látrabjarg.
En el norte del país, te espera lo que podría considerarse la capital del norte: el lago Mývatn, donde podrás disfrutar de baños termales privados aptos para familias. No olvides visitar la laguna Glaciar Jökulsárlón en el este, donde podrás ver icebergs flotantes y, si tienes suerte, algunas focas en libertad.
Recuerda que la seguridad es lo más importante, así que asegúrate de tener siempre a los niños a la vista y respeta las indicaciones de seguridad en todos los sitios que visites.
Para un viaje a Islandia es importante llevar lo siguiente:
- Ropa abrigada adecuada para las bajas temperaturas que se producen en las noches de la zona y que se pueda llevar por capas (camisetas térmicas, suéteres de lana, chaqueta de plumas, cortavientos...).
- Un bañador para disfrutar de las aguas termales.
- Accesorios de invierno (guantes, gorros, bufandas...).
- Una buena cámara para capturar los impresionantes paisajes islandeses (¡y los frailecillos que puedas encontrar!).
- Botas de senderismo para recorrer los caminos de Islandia.
- Un antifaz para dormir durante el verano (por la presencia del sol de medianoche).
- Protector solar biodegradable y gafas de sol.
- Algunos medicamentos esenciales para tratar molestias menores.
- Un termo y una bolsa de tela para evitar el uso de plásticos desechables.
