Desde los orígenes a los bares de la Alfa ma
Es absolutamente imposible e inviable durante tu viaje por Portugal no escuchar un buen fado. Esta música típica del país está llena de melancolía y de "saudade", como se dice en Portugal. Este canto melodioso tendría, según los dichos locales, por origen las historias trágicas de un rey asesinado o de marineros desaparecidos en el mar. Según otras leyendas, los orígenes del fado vendrían de bien lejos, del otro lado del océano Atlántico, de Brasil. Entonces, esta música estaba principalmente destinada a la aristocracia antes de democratizarse y convertirse en un canto del pueblo.
Para comprender el fado, hay que llegar a definir la palabra "saudade". No es fácil, realmente, describir el término. La "saudade" es a menudo considerada como el alma de Portugal. La "saudade" es un poco una suerte de tristeza llena de nostalgia y de melancolía. Es la esencia misma del fado. Hoy día, incluso si los lugares en los que es posible ecuchar el fado son cada vez más turísticos, tienes que vivir esta experiencia fabulosa. Lo ideal es ir a Lisboa, al barrio de la Alfama. Allí, en un bar escondido en una pequeña calleja, empujarás la puerta, te instalarás de pie junto al mostrador con los portugueses y solo tendrás que dejarte llevar por esta melodía única y mítica. Es el alma de Portugal que te tocará de lleno el corazón.
Los artistas que hay que escuchar
Entre los artistas que no se pueden dejar de escuchar para descubrir el fado, Amalia Rodrigues era, sin ninguna duda, la más célebre. Durante mucho tiempo ella llevó sobre sus hombros la imagen misma del fado.
En la categoría de cantantes míticos puedes también escuchar las obras de José Afonso, Carlos do Carmo, Maria da Fé, Fernando Machado Soares o José Mário Branco.
Entre la nueva generación, los portugueses te aconsejarán que escuches a Camané. Es la gran vedete actual.
En la nueva escena del fado, Teresa Salgueiro, Misia, Mariza, Cristina Branco, Katia Guerreiro, Ana Moura o Mafalda Arnauth están, igualmente, a la cabeza del cartel.
Antes de partir o a tu regreso, sus melodías sabrán sumergirte de lleno en el mundo del fado.
