Orebic es una pequeña ciudad costera que me pareció agradable, durante mi viaje a Croacia,, pero sin llegar a ser imprescindible. La península de Peljesac, en la cual está situada la ciudad, es algo menos espectacular que las demás islas del litoral, con paisajes más áridos y austeros y una vegetación bastante escasa. Por supuesto, la costa sigue siendo magnífica, con sus playas de aguas turquesas.
Además, la ciudad de Orebic está situada al pie del monte Sveti Ilija, que, con su altura de 900 metros, es una ruta de senderismo preciosa, con unas vistas increíbles sobre el litoral y las islas de alrededor.
El centro de Orebic es agradable, con algunas calles antiguas, bonitas casas que reflejan la riqueza de los pescadores locales, y un magnífico monasterio. Sin embargo, al ser el principal destino turístico de la península, el litoral de Orebic se ha llenado de hoteles poco elegantes.
Pasé una noche en Orebic cuando visité Korcula y cogí el barco que sale del centro de la ciudad. Me queda el recuerdo de un tranquilo y agradable pueblo. No hay mucho que descubrir en la localidad, es más bien la relajación y calma reinantes las que la hacen atractiva, especialmente si uno ya ha visitado ciudades como Split o Dubrovnik.
Desde Orebic, las vistas de la isla de Korcula son muy bonitas, tanto como pasear por la orilla del mar. Si quieres descubrir algo de la historia local, te aconsejo que acudas al monasterio franciscano que hay a las afueras del pueblo, una visita muy interesante.
Recuerdo haber comido en un buen restaurante frente a la playa, donde me encontré hablando con los lugareños, felices de ver a turistas que se detenían en su villa.
Respecto a la playa, la más bella se encuentra en la península y es mejor disponer de coche para recorrer los pocos kilómetros de distancia que hay, y hacer también una relajada pausa ¡bien merecida!
El recuerdo que guardo de Orebic y de la península de Peljesac es una sucesión de calas y playitas de aguas azules o turquesas, con un montón de barcos de recreo desperdigados, y, por el otro lado de la pequeña carretera que va hasta Dubrovnik, huertos y viñedos en las pendientes de las colinas.
StartFragmentEn Orebic y en la península, los pueblos son pequeñitos y a su principal atractivo es relajarse en la playa y degustar los productos de la tierra. En sus alrededores, me encantó ir de cala en cala en escúter, en coche (menos divertido) o bien alquilar un barquito para navegar por el mar cerca de las playas.
Si no vas a Curzola, ir y volver en el día desde Dubrovnik también es una opción (a una hora y cuarto en coche, más o menos).