
Para no perderte nada, entender todo y hacer un viaje sin preocupaciones, un guía español te hará descubrir el país con la pasión contagiosa que le ha llevado a establecer allí su residencia.
Irlanda es un país fascinante, tanto por su cultura como por sus habitantes, cuyo acento y argot suelen causar problemas a los angloparlantes. Un guía local español entenderá, seguramente, algo de gaélico, la segunda lengua oficial del país. Es una oportunidad, por tanto, de descubrir y comprender esta particularidad tanto lingüística como cultural que celebra la resistencia de Irlanda a todos los invasores y su lengua, en este caso el Inglés, que debe dejar espacio al gaélico.
El principal interés de tener un guía español es que ¡compartirá contigo consejos y sugerencias! Sin él, te llevaría semanas o incluso meses en un lugar determinado conocer y obtener información de sus habitantes, algo que es bastante complicado, si no hablas el idioma. Con un guía local, te aseguras de salir de las rutas establecidas y más turísticas para descubrir los lugares a donde los demás no llegan.
Incluso aunque investigues tu destino por adelantado y estudies cada ruta posible, es muy fácil que, durante tu viaje, olvides algunas visitas imprescindibles. Sobre todo con la gran cantidad de información que circula, es difícil saber en quién confiar y un guía de habla española te ofrece la ventaja de ser capaz de valorar qué sitios te convienen más y cuáles no debes perderte, a sabiendas de que tu guía los conocerá como la palma de su mano.
Ésa es, sin duda, la cualidad más básica de un buen guía turístico, además de sus amplios conocimientos. Partiendo con un guía local, te aseguras de seguir a un apasionado que compartirá contigo su entusiasmo por Irlanda. Una guía es un poco como un profesor: si es apasionado, te sentirás fascinado incluso por lo que, a priori, podría parecer menos emocionante.
Por último, contar con un guía español es darse el lujo de no tener que planificar nada durante tu estancia. Por supuesto, tendrás que planificar tu itinerario, pero, una vez allí, no tendrás más que dejarte guiar. Si viajas en familia, contar con un guía hará que no te sientas abrumado con los preparativos y todos los detalles a los que hay que prestar una atención constante, sobre todo, viajando con niños.
Viajar a Irlanda del Norte todavía puede ser peligroso en Belfast y en las grandes ciudades, que están siendo escenario de protestas y conflictos, menos violentos, pero aún relevantes entre católicos y protestantes. Con un guía, viajas de forma totalmente segura y, pase lo que pase, nunca serás sorprendido por lo imprevisto.