A medio camino entre Katmandú yPokhara, el pueblo de Bandipur, se encuentra enclavado a 1000 metros de altitud, y ofrece unas vistas muy románticas de la Cordillera de los Annapurnas.
Aconsejo:
Equípate bien cuando hagas la excursión a "Siddha Gufa", la cueva más grande del país, y una de las más importantes de Asia, localizada a dos horas de marcha cuesta abajo por el bosque. ¡Abstenerse claustrofóbicos!
Mi opinión
En otros tiempos, por un lado lo cruzaban los mercaderes procedentes de China y el Tibet, y los de la India por el otro. La "ciudad" medieval de casas coloreadas se encuentra construida sobre una colina, y es hoy día un pueblo apacible. Allí se puede pasear y disfrutar de las vistas del Annapurna y sus nieves eternas, con el sonido del canto de los pájaros de fondo. Lamentablemente, las múltiples sacudidas del terremoto de la primavera del 2015, han perturbado la serenidad del lugar, derribando muchas de sus construcciones.
Durante mi estancia, pude disfrutar de su particular atmósfera: los niños jugando al fútbol sobre el pavimento de la calle principal, las mesas de restaurante rodeando al templo dedicado a Ganesh, las mujeres lavándose el pelo en el pilón... Me encantó seguir los caminos de la montaña, y explorar los templos enclavados en su entorno natural. Por la noche, los jóvenes se reúnen en Tundikhel, sobre el montículo: una enorme meseta que en el pasado se utilizó como campo de fuego. Tuvimos suerte: aquel día las escuelas habían organizado una merienda a la que nos invitamos espontáneamente, mientras que las jóvenes ofrecían un espectáculo de danza sobre la hierba.
El día siguiente estaba prevista la excursión principal desde Bandipur: Siddha Gufa, del que se desconoce el estado tras el terremoto. El recorrido por el bosque fue duro, muchas bajadas, pero tras una vuelta nos sentimos preparados para aguantar el relieve de Nepal. Las mariposas son tan llamativas como las extraordinarias arañas. La experiencia de la visita a la cueva no fue muy tranquilizadora, sobre todo porque su profundidad es impresionante. Para los que no se atrevan, o ya no les queden fuerzas para realizar otra caminata más en sentido opuesto, recomiendo que hagan lo que hicimos nosotros: descender hasta el pueblo de Bimalnagar en donde se puede almorzar algo mientras se espera el autobús a Dumre, y luego otro hacia Bandipur.
