Si Estambul tiene historia y Ankara poder, Esmirna cuenta con el espíritu creativo y rebelde. Tercera ciudad del país y orientada al mar, es, en efecto, el centro de la vida cultural y creadora del país. Bella y rebelde, Esmirna es para muchos turcos la ciudad tolerante e incluso de izquierdas. Esmirna, en efecto, está orgullosa de sus orígenes multiculturales, de su herencia griega, persa, armenia y judía. Cuenta con una de las mayores poblaciones de estudiantes y eso se nota en sus bares, discotecas, galerías de arte y lugares creativos. ¡La ciudad vive a mil por hora!
Sin embargo, a pesar de todas estas cualidades, debo admitir que Esmirna no me convenció del todo. Eché en falta los sitios históricos y el tráfico infernal me pareció bastante agotador. A menos que te alojes allí durante el tiempo suficiente para disfrutar de su particular ambiente, no recomendaría en especial una estancia allí durante un rápido recorrido turístico por Turquía.
Izmir, estratégicamente situada a orillas del mar Mediterráneo y rodeada de montañas, ha acogido a muchas civilizaciones a lo largo de los años. La ciudad se fundó hace ya unos 8500 años. Por tanto, hoy en día constituye un rico patrimonio cultural e histórico, testigo de estas distintas civilizaciones que han pasado por Izmir, la tercera ciudad del país en tamaño.
Durante mi viaje por Turquía, visité sobre todo ciudades al borde del mar. Me maravillaron sus paisajes. Son impresionantes. El paseo marítimo de Izmir es estupendo. Me sorprendió la modernidad de esta ciudad, aunque también es verdad que llegué a Turquía sin saber muy bien qué esperar. Me desconcertó mucho el aspecto europeo de las ciudades, al menos en la parte occidental del país.
Para llegar a Esmirna, lo más sencillo es ir directamente en avión.
Las carreteras turcas no están en muy buen estado y los tiempos de viaje se alargan desde Estambul.
Esmirna es una ciudad balneario invadida por los turistas. No te esperes una ciudad en la que solo vivan sus habitantes autóctonos.
En cuanto al alojamiento, no te guíes por el número de estrellas de los establecimientos. En efecto, en Turquía las normas no son iguales que en nuestro país. Podrías encontrarte de pronto en un hotel de ocho estrellas, que para ti sería de dos.
En Esmirna no te puedes perder el bazar Kemeralti, un lugar lleno de colores y olores exóticos. Allí podrás encontrar especias y joyas, pero también ropa y otros objetos decorativos.
Luego, las playas más bonitas están en Çeşme, a unos 80 km de Esmirna. En las playas podrás alquilar hamacas y sombrillas. ¡Todo estará a tu disposición! Sin embargo, un consejo: lleva encima solo los objetos personales imprescindibles. Los robos en las playas son frecuentes y pasar las vacaciones entre la comisaría y el consulado no tiene ninguna gracia.