Declarada Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1993, Shakhrisabz es menos famosa que Samarcanda y Bujuará, sin embargo es una pequeña ciudad en la que basta un día para descubrir maravillas y dar un agradable paseo.
El gran conquistador, héroe nacional, Tamerlan, nació en en Shahrisabz en el siglo XIV. Aunque muchos turistas no se molesten en detenerse, no es el caso de los uzbekos que veneran a este personaje. Eran muy numerosos el día que me acerqué hasta la ciudad, a pesar de que el tiempo era especialmente frío y gris, ¡poco propicio para el paseo!
Las ruinas del Palacio Blanco.
No quedan más que algunas ruinas - el pórtico de entrada - del palacio Ak Saray, el "palacio blanco", concebido por y para Tamerlán. Sin embargo dejan entrever la magnificencia y la riqueza del proyecto poco original, para el que el héroe había movilizado a los mejores artesanos. Los colores azul y verde dominan en sus mosaicos. Hay que utilizar la imaginación para imaginar las monumentales dimensiones de la construcción. De paso, ir acompañado por un guía es más que recomendable para esta etapa.
Tras una pausa para tomar con un té verde caliente - en invierno- o un refresco, es el momento de retomar el camino y seguir descubriendo la ciudad. Siguiendo la temática de Tamerlán, hay que hacerse la indispensable foto de recuerdo delante de la estatua erigida en su honor y visitar su cripta, cuya decoración no puede ser más simple.
El mausoleo de Dorous Siadat
Es indispensable descubrir también el mausoleo Dorous Siadat donde están enterrados los dos hijos de Tamerlán, para los que hizo construir el edificio: Oumar Cheikh y su favorito, Jehangir. Muy cerca: la mezquita Hazrali Imom.
Antes de retomar el camino, dirección al conjunto Dorout Tilavat, sin duda el mejor conservado de la visita. Incluye la mezquita Kok Goumbaz, construida en el siglo XV por Ulugh Beg, nieto de Tamerlán, notable por su magnífica e imponente cúpula azul, que da nombre al edificio, de cerámica turquesa, así como dos mausoleos. Si te queda tiempo y energía, da una pequeña vuelta por el bazar.
