
Fergana es, a menudo, considerada solo una puerta de entrada para descubrir el valle epónimo y otras ciudades más turísticas, como Kokand, Kuva o Margilan. Ciudad moderna, sin grandes e importantes puntos turísticos que visitar, su ambiente no es por ello menos agradable. Un lugar perfecto para hacer una pequeña pausa después de haber recorrido las maravillas uzbekas a un ritmo trepidante.
Al llegar a Fergana, no esperes para descubrir las maravillas de Bukhara (o Bujará) y Samarcanda. Fundada en la segunda mitad del siglo XIX, las influencias en la construcción de la ciudad hay que buscarlas antes en Rusia que en la tradición de las ciudades uzbekas musulmanas. Nos encontramos especialmente grandes avenidas abiertas parecidas a las de Tashkent, pero muchos más espacios arbolados. Los habitantes de la ciudad se sentirán muy orgullosos de informarte de que Fergana está considerada como la ciudad más verde de Uzbekistán. Es muy agradable ir a dar un paseo por el parque Al-Fergani, llamado así en honor del astrónomo del siglo IX natural de Kuva. Su estatua te dará la bienvenida en la entrada del sitio.
Podemos alargar el paseo dirigiéndonos al Teatro regional, construido en la antigua casa del general Skobeliov. Pausa para el almuerzo en una "chaïkhana" donde disfrutamos de un "plov" o de brochetas de carne acompañadas de cebolla en rodajas y de una sopa. Todo ello, por supuesto, abundantemente regado con té.
Después, última etapa: el bazar. Sin duda, uno de los más auténticos del país ya que muy probablemente no te cruzarás con un solo turista. En los puestos se acumulan sandías, melones, frutos secos, sacos de arroz, pequeños dulces redondos de queso seco... ¡una explosión de colores y olores que no pueden dejar indiferente al visitante! Si dispones aun de tiempo, por qué no visitar el museo regional en el que se exponen objetos encontrados en el valle durante las excavaciones arqueológicas, cerámicas de Rishtan y sedas de colores recubiertas con diferentes motivos: una visita rápida pero que vale la pena.
Pero Fergana es, sobre todo, el punto de partida ideal para ir a visitar las ciudades de los alrededores que han dado la fama al valle: Kokand, Rishtan, Kuva, Margilan o incluso Andijan.