Yo pasé en Kayseri varios días cuando estuve de viaje en Turquía. Me quedé en casa de dos hermanos turcos, con Couchsurfing. Es una buena oportunidad para obtener los mejores consejos. Por otra parte, la ciudad cuenta con un itinerario urbano que está señalizado en el suelo. Así, los turistas no tienen más que seguir las flechas para hacer un recorrido agradable sin perderse.
En el barrio histórico se encuentra el complejo de «Hunat Hatun». Está compuesto por una madraza, un mausoleo y un baño turco. Vale la pena desviarse para ir a verlo. Y lo que no te puedes perder en Kayseri es la gran mezquita que se alza en el centro de la ciudad. Si eres mujer, deberás cubrirte el pelo con algo de tela.
A los amantes del esquí y el senderismo: las montañas están a solo veinticinco kilómetros al sur de Kayseri, concretamente el monte Erciyes.
Por último, que no se te olvide probar el café turco tradicional. Es, clarísimamente, mi café favorito. Y diles a los turcos que te lean el futuro en los posos. ¡Es la tradición local!
Kayseri se las ha apañado paraser una ciudad de tamaño considerable y a la vez carecer por completo de interés. Hay que decir que el principal motivo para ir hasta la urbe en cuestión está justo detrás de ella: la montaña que hay detrás de Kayseri tiene una belleza sin igual. El monte Erciyes, cuando está cubierto por la nieve del invierno, es perfecto para hacer descensos de esquí vertiginosos. Visualmente es un verdadero espectáculo en mitad del paisaje generalmente llano de Capadocia.
La ciudad en sí no vale la pena durante un viaje por Turquía . Lo he comprobado: me di una vuelta por Kayseri con la esperanza de encontrarle algún interés. Aparte de conseguir provisiones antes de ir a Göreme y el monte Erciyes, me temo que no le encontré ningún encanto.