Si quieres saber más sobre las casas cueva tradicionales de la región de Capadocia, el museo al aire libre de Zelve es un destino excelente. Tiene auténticas maravillas de la arquitectura y de la historia. El monasterio de Zelve estuvo habitado y activo del S. IX al XIII. En 1952 se desalojó todo el valle por motivos de seguridad. Zelve merece una visita de todo el que se adentre en la región de Capadocia. Y el monasterio de Göreme es todavía más impresionante, con sus pinturas murales, extraordinarias.
Lo que más me gustó fue pasear por los poblados troglodíticos abandonados que hay por la zona. Son pueblos fantasmas congelados en el tiempo, con sus mezquitas, molinos y casas intactos.
Si decides permanecer dos días en Zelve, te aconsejo visitar los valles el primer día, y después el segundo día, descubrir la antigua ciudad de Zelve y el museo al aire libre.
Para visitar los valles, comencé mi paseo en la aldea de Ortahisar para terminarlo, tres horas más tarde, en Çavuşir - pequeño pueblo donde se encuentra un antiguo molino. Como el verano es muy cálido en Capadocia, es agradable pasear por la naturaleza a la sombra de los árboles y descubrir capillas. Recuerdo los albaricoques y las ciruelas que se podían coger directamente de los árboles, ¡eran deliciosos y jugosos!
La antigua ciudad de Zelve es pequeña y empieza a derrumbarse. Me encantó descubrir las iglesias y moradas que datan de los primeros cristianos que se instalaron allí. Algunos palomares todavía se utilizan y cuando das palmadas, ¡ves volarse a las palomas! Después has una pausa para degustar un gözleme (masa fina rellena de queso, patatas o carne picada) y beber un ayran (bebida a base de yogur).
Acabé mi visita de Zelve con el museo al aire libre donde descubrirás dibujos religiosos, iglesias y chimeneas de hadas.