
Las formas de desplazarte durante un viaje a Turquía son muchas y diversas. Todo depende de lo que busques. Tomarte tu tiempo, ir muy rápido para ver todo lo posible, viajar a la manera local o con un máximo de confort. Hay transportes para todos los gustos y necesidades.
Lo ideal para descubrir las ciudades durante tu viaje sería tomarte tu tiempo, ponerte las sandalias más cómodas que tengas y recorrer las calles a pie. En Estambul, por ejemplo, cada rincón es un nuevo espectáculo que despertará todos tus sentidos. Para recorrer distancias largas en ciudad, el taxi (que allí se escribe «taksi») es muy práctico. Para evitarte sorpresas desagradables, elige siempre un taxi oficial y exígele al taxista que ponga el taxímetro en marcha. Comprueba bien que esté a cero cuando te subas.
Más barato, más lento, pero, sobre todo, más típico, intenta desplazarte en un Dolmus. Son minibuses colectivos que siempre van abarrotados. Sus recorridos son fijos, así que comprueba bien tu destino antes de montarte para asegurarte de no ir en dirección contraria.
Solo en Estambul, tendrás otras opciones como el metro, el tranvía y el funicular. Como la ciudad está dividida en dos por el Bósforo, también podrás recurrir a los ferrys y a los barco-taxis.
Turquía es un país muy extenso y las distancias entre ciudades suelen ser largas. Por suerte, la red de carreteras se encuentra en excelente estado.
El autobús es un medio de transporte muy corriente. Es relativamente económico, pero si quieres tener un poco más de comodidad, es posible también reservar un billete «royal class». Es aconsejable que reserves tu plaza por adelantado, porque el autobús es el medio más utilizado y para algunos destinos turísticos se llena enseguida.
El tren está reservado para los apasionados de este medio de transporte, para los pobres y para los que tienen todo el tiempo del mundo por delante. En efecto, son muy lentos, pero también muy económicos. Si puedes elegir, toma el autobús
Si no dispones de mucho tiempo y quieres ver todo lo posible, toma el avión. Desde que aparecieron las compañías low-cost, las tarifas son muy interesantes, y, sobre todo, ganarás un montón de tiempo en comparación con el autobús.