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Osaka

Osaka (Japón)

Informaciones prácticas sobre Osaka

  • Familia
  • Parques y jardines
  • Lugar o Monumento religioso
  • Fiestas y festivales
  • Museos
  • Castillo o fortaleza
4 / 5 - 3 opiniones
Cómo ir
A 1 hora en tren o a 7 horas de autobús de Tokio
Cuándo viajar
En marzo-abril o septiembre-octubre
Duración mínima
1 a 2 días

Opiniones de viajeros sobre Osaka

michael mamane Gran viajero
58 opiniones en total

Tercera ciudad más grande de Japón, Osaka está ubicada a 1 hora en tren de la capital Tokio, y puede ser una etapa interesante en tu recorrido por Japón.

Aconsejo:
Te recomiendo pasar al menos una tarde en Osaka para disfrutar de la animación de la calle Dotonburi.
Mi opinión

No tengo ningún recuerdo remarcable de mi visita a Osaka. Es una gran ciudad moderna, sin ningún encanto en particular, pero que tiene el atractivo de mostrar una cara diferente de Japón, distinto del ambiente agitado de Tokio y la dimensión cultural y espiritual de Kioto. Uno o dos días en la zona son más que suficientes.

Si tuviese que rescatar un recuerdo de todo Osaka, ese sería la animación constante de la calle de Dotonburi, con todas sus luces, sus grandes centros comerciales, sus numerosos restaurantes a lo largo de la costa y todas las salas de juegos, en especial las del famoso juego Pachinko.

No te pierdas la vista panorámica de Osaka desde lo alto del Umeda Sky Building.

Osaka
Calle Dotonburi - Osaka
Silvia Garcia & François Vioud Gran viajero
29 opiniones en total

En ocasiones dada de lado en favor de Tokio, Kioto o Hiroshima, Osaka (segunda ciudad más grande de Japón) está llena de cosas para hacer y ver, y se adapta a todos los perfiles de viajeros. No te la puedes perder durante un recorrido por Japón.

Aconsejo:
Para los viajeros que busquen hoteles "económicos" (siempre muy limpios, no hay que olvidar que estamos en Japón), Osaka está soprendentemente bien servida, sobre todo en el barrio de Dobutsuen Mae.
Mi opinión

Osaka es la ciudad en la que mejor me sentí en Japón. Comparada con el estándar japonés, la ciudad tal vez no sea tan limpia y la gente no está tan paralizada por la cortesía, haciendo los contactos con la población más cercanos y la ciudad más amable. Mientras buscaba el castillo de Osaka el primer día, mis tres únicas palabras de japonés bastaron para impulsar a un jubilado que hacía footing a acompañarme hasta el mismo vestíbulo de la entrada. Esta anécdota tan sólo ilustra la primera de una larga serie de encuentros con la gente, breves pero muy agradables. 

Osaka tiene fama por su cocina, una fama muy bien merecida. En cada rincón se pueden encontrar restaurantes y bares con variedades excelentes de Takoyakis, Udons, Okonomiyakis, etc. a unos precios muy razonables, y sentados en una bonita zataku (mesa baja).

Osaka mezcla perfectamente lo tradicional con lo moderno. Esta futurista metrópolis llena de "gente a la moda" y de diseño, está salpicada de parques, jardines, muelles acondicionados y pequeños cafés de los que lamentablemente faltan en Tokio y Kioto. También puedes ir en tren JR a Nara, en menos de una hora y por unos 1000¥ (7,70€) ida-vuelta por persona, y hacer una escapada por su parque lleno de ciervos y templos. Kioto y Kobe se encuentran también a un par de pasos. Todo ello hace de Osaka una ciiudad donde da gusto vivir, y que sin duda recomiendo visitar.

Dōtonbori - Osaka
Gran viajero
24 opiniones en total

Un ciudad de contrastes donde puedes pasar de un barrio nuevo a un barrio histórico en 5 minutos.

Aconsejo:
No te pierdas el reloj acuático en al estación y haz un viaje en el ascensor panorámico del Umeda Sky Building.
Mi opinión

Es una ciudad que me gustó mucho pues la visité con un guía durante un "Osaka Safari" y nos hizo descubrir, a mi hermano y a mí, aspectos desconocidos de esta ciudad, que tiene una atmósfera especial comparada con las otras ciudades de Japón, más "libre". Me impresión el reloj acuático que está en la estación de los Shinkansen, es fascinante ver la hora o los motivos florales que se forman en las gotas de agua que caen del techo. Me costó abandonar esta visión para ir a visitar la ciudad, pues mi cerebro se había quedado bloqueado allí...

Lo que también es sorprendente es que cerca de la estación de Oska, a 5 minutos en bicicleta, se encuentra un viejo barrio, con sus casitas a la antigua, desde donde se ven los inmuebles cercanos. Pero las jóvenes generaciones quieren preservar este patrimonio y las compran para convertirlas en tiendas y en lugares de cultura, luchando contra los promotores, a los que les gustaría tirarlas para construir inmuebles... Entra en una de las tiendas que venden chucherías, te desconcertarán la variedad que proponen, ¡¡¡desde las típicas de chocolate hasta las que incluyen trozos de pescado o pulpo seco!!! Debo confesar que no pude probarlas...

También te aconsejo ir a dar una vuelta al castillo, pero no necesariamente entrar dentro. Nuestro guía nos explicó que allí es más la dimensión simbólica, lo importante son los muros y no lo que haya podido haber en el interior. Si esperas encontrar mobiliario de época como en los castillos europeos, quedarás decepcionado. Pero dar una vuelta por el parque para admirar el castillo y sus fortificaciones encantará, sin duda alguna, a todos los miembros de la familia, desde los más pequeños a los más mayores.

Un santuario en medio de los rascacielos, ¡no hay nada más normal!