Tanto si eres budista como si no, el descubrimiento de Koyasan y sus alrededores te permitirá acercarte al corazón de la religión de Japón y lograrás entender mejor a su pueblo.
El monasterio de Koyasan fue fundado por el monje Kobo Daishi, también conocido como Kukai, en el año 816 a su regreso de China. Fue el primero en construir un conjunto de templos esotéricos budistas shingon. Este fue el emplazamiento elegido debido al relieve de sus alrededores, las 8 montañas que lo rodean evocan la forma de la flor de loto sobre la cual se sienta Buda.
El lugar más simbólico de Koyasan es Okunoin: un enorme cementerio que se encuentra bajo árboles centenarios y en el que reina un clima de serenidad con cierto halo de misterio. Una parte del cementerio es muy antigua, con tumbas de samuráis y otras personalidades de la época recubiertas de musgo. Los jizos, que son unas pequeñas esculturas dedicadas a la memoria de niños fallecidos, son numerosos, unas veces están agrupados en un mismo monumento y otras ocultos en el hueco de un árbol. En el fondo del cementerio se encuentra el mausoleo de Kukai. ¡Una parte del cementerio es bastante más reciente y cuenta con tumbas de empresas japonesas como Panasonic! Pero aún más sorprendente en lo que se puede encontrar en el interior del bosque: ¡una tumba de peces fugu que rinde homenaje a estos peces tan apreciados por la cultura japonesa y un monumento a las termitas construido por una empresa de insecticidas en honor a sus víctimas!
En toda la ciudad hay varios conjuntos de templos y pagodas. Si lo deseas, podrás asistir a una iniciación en el budismo.Dura unos treinta minutos en los que escucharás cánticos de oración y al final de la ceremonia recibirás un diploma que certifica que has participado en la misma. Además, varios templos ofrecen alojamiento, con una o dos comidas vegetarianas servidas por los monjes. Por la mañana, alrededor de las 5:00 h o las 6:00 h, dependiendo de la ubicación, el gong anuncia el comienzo de la oración. Podrás asistir entonces a la oración de la mañana, en la que algunos monjes cantan antes del desayuno.
Las montañas de la península de Kii están atravesadas por caminos de peregrinación que conducen a diferentes templos o lugares sagrados. La cascada de Nachi es una de las más altas de Japón y es un lugar sagrado para el budismo y el sintoísmo. Forma parte de un santuario Kumano que también incluye una pagoda y varios templos. Cuenta la leyenda que un cuervo gigante de tres patas protegía al emperador, que erigió un templo como agradecimiento a los dioses.
La atmósfera de Koyasan es muy particular, para impregnarte totalmente de ella, lo ideal es que dediques dos días completos a esta visita. Ya sea con las nieves de invierno o en verano, esta visita marcará tu estancia en Japón.