¿Tienes ganas de hacer una escapada por la sabana, de relajarte en una playa de arena blanca o de ambas cosas al mismo tiempo? Kenia te ofrece la posibilidad de conseguir las vacaciones con que sueñas. Tras pasar por Nairobi dinámica capital tanto en el plano cultural como en el económico, donde merece la pena detenerse un tiempo, ve en busca de los animales emblemáticos de África y sal al encuentro del pueblo masái.
Y sí, organizar un viaje por Kenya sin prever un safari es un poco como ir a Disney y no ver a Mickey (¡obviamente lo primero sería peor que lo segundo!) El país abunda en parques nacionales y otras reservas naturales, cuyos paisajes y fauna han inspirado a más de uno. Tanto por los rebaños que marchan desde el Kilimanjaro hacia el parque nacional de Amboseli, el vuelo de los flamencos rosados sobre el lago Nakuru, o por el respeto que inspira el «big five» en la reserva de Masái Mara, Kenia es el paraíso de los safaris y maravillará a los más pequeños y a los adultos!
No obstante, si te cansas de ver el color amarillento de la sabana, puedes acercarte a la costa para ver azul. Pasa por Mombasa, ciudad portuaria y estación costera. No hay duda de que Mombasa sabrá cómo conquistarte gracias a la arquitectura colonial de su centro histórico y al ambiente electrizante de sus mercados. También podrás hacer snorkel en el océano Índico.
Desde este lugar podrás quizá luego dar una vuelta bajo los cocoteros de Diani Beach. Si el corazón te lo pide, haz una pausa en Funzi Island para tomar unos cócteles en este pequeño rincón de paraíso, antes de volver a tu safari por el interior del parque nacional de Tsavo Este no lejos de allí. Menos conocidos quizá son los montes volcánicos de Chyulu que te ofrecen magníficos paisajes, no obstante.
¿Tienes dudas? ¿Algunos lugares te atraen más que otros? Nuestros viajeros expertos te cuentan sus experiencias en estos lugares de visita obligada, pero también en lugares que no se incluyen en las rutas señalizadas. ¡Solamente tienes que elegir lo que tengas ganas de hacer!