Los hoteles te dirán que es muy peligroso salir a pie por Nairobi, que hay que tomar un taxi de un punto A a un punto B. Es verdad, sin duda es mejor evitar problemas si eres una mujer blanca y sola. Nosotros íbamos en familia, y para consternación de nuestra recepcionista, salimos a pasear por la ciudad, y a pie. Nadie nos molestó y eso nos permitió ver la ciudad desde una perspectiva diferente. Atravesamos las zonas residenciales, un gueto, zonas comerciales, el centro de la ciudad y numerosos puestos coloridos...
El mercado Massai, "Massai Market", resultó ser uno de los mejores momentos del viaje, así que acércate allí a comprar tus recuerdos. Se puede encontrar todo tipo de artesanía en los puestos, desde joyas de madera hasta vajillas en barro cocido, y pasando por los tejidos de ropas tradicionales massai. El lugar es un hervidero de gente, el ambiente es estimulante. Como siempre, no dudes en regatear los precios a la baja, puedes reducir fácilmente el precio hasta en un 80%. Un pequeño consejo: no ser un americano ya facilita bajar el precio en la mitad, los locales suelen hacer la asociación blanco-americano-rico.
Otro lugar imprescindible en Nairobi es el Museo Nacional. A la entrada nos cruzamos con un estudiante que estaba en un descanso, y por supuesto se ofreció a guiarnos por la parte histórica, su campo de estudios, en cambio de alguna propina. Muy enriquecedor, tanto en el plano humano como en el cultural. Allí conocerás a las diferentes tribus del país, sus tradiciones y la historia post colonial de Kenia, lo que te resultará en un complemento ideal a un safari, donde la cultura y la historia del país son dadas de lado.