Tras la muy oriental Mombasa y los pueblos costeros muy marcadas por la cultura suajili y el islam, me sorprendió mucho el carácter europeo de Malindi. Tras informarme, me enteré de que es una "little Italy": en la década de 1990 los promotores construyeron allí a mansalva para vender a los italianos, enamorados de la costa de Kenia.
Debo decir que Malindi me pareció bastante poco auténtica, es decir, poco africana. Muchos europeos van allí a pasar sus vacaciones y parece más una estación balnearia de la Costa Brava que una ciudad suajili. Bueno, quizá exagero un poco. La verdad es que después de pasear por la costa de Malindi, el ambiente alegre del centro me pareció muy agradable y bastante mezclado. Cuando te alejas de los beach-resorts all inclusive, vuelve a aparecer el lado cosmopolita y jovial de la costa suajili.
Tras explorar las playas del sur, pero, sobre todo, las del norte de la ciudad, también me parecieron muy bonitas: son largas y de arena blanca. Me gustó más aún recorrer el Parque Nacional Marino, lleno de peces tropicales e ideal para hacer submarinismo.