
No hay necesidad de perderse entre superlativos, en Ciudad de México todo es sencillamente gigantesco. Si se suele decir que toda una vida no basta para descubrir todos los tesoros, trata de aprovechar cuanto puedas tu viaje por México para ver el máximo de ella.
Con sus 20 millones de habitantes Ciudad de México es la ciudad más poblada del mundo. Cada año se disputa el título con sus competidoras la japonesa Tokio y la brasileña Sao Paulo. Para sostener una concentración humana tan grande, Ciudad de México cuenta con unas dimensiones impresionantes. Se extiende por 60 km de norte a sur y por 40 km de este a oeste. Es asombrosa.
Extensa, gigante, enorme, loca, demente, devoradora, impactante, sorprendente a la vez que aterradora, magnífica, rica y mísera, ningún adjetivo la describe totalmente. Cualquier cosa que quieras decir sobre ella siempre estará lejos de la realidad, ya que esta ciudad se caracteriza por una increíble locura, pero también por un dinamismo y energía sin par.
Ubicada a 2.240 metros de altitud y con 200 días de sol al año, Ciudad de México es una ciudad que padece graves problemas de contaminación. Además de las innumerables fábricas que son en parte responsable de este estado constante, también hay que indicar que en Ciudad de México circulan cientos de miles de vehículos, de ellos más de 92.000 son taxis. Con autobuses, metrobuses y el metro, siempre encontrarás un medio de transporte para transitar en esta tremenda ciudad.
Ya lo sabes, explorar cada uno de los rincones de Ciudad de México es totalmente imposible. En lugar de embarcarte en una misión imposible, dirígete a los lugares esenciales para conocer los más interesantes.
Al sentarte en el Zócalo te encontrarás en la tercera plaza más grande del mundo. Date una vuelta para admirar las maravillas que la rodean, como por ejemplo el Palacio Nacional, el Palacio del Gobierno, la Catedral, el Monte de Piedad o el Templo Mayor. Desde allí puedes darte un paseo para conocer algunas hermosas iglesias, con calles típicas como la de la Moneda o el Madero. Para recuperar el aliento, ve haciendo descansos en los lugares que vayas visitando en tu recorrido. Entre muchos, están la Alhóndiga o el impresionante Santo Domingo. El parque de la Alameda también es muy relajante. Podrías quedarte horas y horas simplemente contemplando la vida y sus actuaciones. Para hacerte una idea mejor del enorme tamaño de la capital, pasa por delante del Correo Mayor y el Palacio de Bellas Artes y sube a la parte superior de la Torre Latino. Desde su piso 44 tendrás unas vistas impresionantes de 360º del horizonte. En la plaza de Garibaldi asistirás a dos monumentos de la cultura mexicana, los mariachis y la lucha libre mexicana, muy kitsch. No te pierdas las basílicas de Guadalupe. Una de ellas parece inclinarse peligrosamente. México cuenta dentro de sus muros con 113 museos. Es un récord mundial. A menos que te mudes aquí, no podrías visitarlos todos. Si hay uno sólo que debes visitar, ese es el Museo Nacional de Antropología. Es necesario dedicar todo un día para recorrerlo entero, es maravilloso.