El mejor momento para ir a Noruega es entre los meses de mayo y septiembre. Cuando llega mayo, la primavera da al país otro aspecto, con los días más largos y los paisajes en flor. Entre junio y agosto, el clima puede ser un poco impredecible: puede hacer calor como llover repentinamente. Entre mayo y septiembre el clima es suave, con cielos despejados. Es mejor que escojas pues este período, a menos que quieras esquiar o visitar Laponia. De octubre a abril puede hacer un frío glacial y muchos sitios turísticos están cerrados. Ten en cuenta las diferencias de clima entre las diferentes regiones de Noruega: por ejemplo, en el sur, las temperaturas no son tan extremas, por lo que podemos ir allí todo el año. Sal a descubrir los fiordos, las fantásticas islas y las auroras boreales de este país fuera de lo común.