Después de haber explorado la costa sur de Bali, me encantó la tranquilidad de Amed, que es un sitio mucho más tranquilo y perfecto para los amantes de las vacaciones tranquilas, o simplemente para hacer un descanso de unos días y reponer fuerzas. Los paisajes son espectaculares y me agradó no tener que cruzarme con ninguna horda de turistas.
Si te gusta bucear, Amed es el sitio perfecto : el agua es transparente, la arena, blanca y los fondos, magníficos. Pude explorar varios barcos hundidos bastante cerca de la costa. Fue fácil llegar solamente con las aletas, las gafas y el tubo.
Muy temprano por la mañana vi desde la playa como salían a faenar los pescadores. Se les puede acompañar y pasar el día con ellos a bordo de sus embarcaciones, o esperar a que vuelvan al final de la jornada para comprarles pescado fresco.
El pequeño pueblo de Amedestá perdido en la costa este de Bali. La gente vive de la pesca y de algunos ingresos derivados del turismo. Como la mayoría de las playas de la isla, las que se encuentran alrededor de Amed son de arena negra, de origen volcánico. La carretera que lleva hasta Amed desde Ubud o Denpasar ofrece unos paisajes espectaculares de montañas y arrozales en terrazas que de por sí valen mucho la pena.
Además de relajarte, aquí podrás hacer submarinismo. Amed es muy conocido por la riqueza de sus fondos marinos, donde se encuentran abundantes peces y corales. Uno de mis lugares preferidos son sin duda los restos de un barco japonés escondido a unos diez metros de profundidad, cerca de la ciudad de Banyuning. Un destino ideal para los amantes de las vacaciones tranquilas.
Amed, es la ciudad más "cool" de Bali y el reggae es la banda sonora de todas las guesthouses y todos los bares. Es muy posible que los habitantes se dirijan a ti de manera informal, usando expresiones de argot local.
Con sus playas de arena negra, Amed es el lugar perfecto para una sesión de buceo de superficie o submarinismo durante un viaje a Bali. A unos veinte kilómetros de Amed, también se pueden ver los célebres restos del naufragio del Liberty, donde se esconden multitud de peces.
Además, a mí me encantó recorrer la costa y el interior en un escúter. Se ven arrozales y paisajes que cortan la respiración.