Si la excursión al Bromo es imprescindible durante un viaje por Indonesia, no es porque se trate del volcán más alto ni del más impresionante, ni tampoco porque saque la cabeza por las nubes o porque haya entrado en erupción recientemente. No, si el Bromo está considerado como la perla de Java es porque se considera el volcán más bello… ¡del mundo!
Hay que decir que tiene un puesto muy alto en el podio para los viajeros más aventureros. Su inmensa caldera con aires apocalípticos, con el monte Semeru de fondo (el pico más alto de Java y uno de sus volcanes más activos), le aseguran su estatus de gran favorito.
Para poder observarlo en todo su esplendor hay que ir muy temprano por la mañana. Y es que el Bromo es famoso, sobre todo, por sus amaneceres espectaculares. Como no podía ser de otra manera, es el momento que aprovechan todos los turistas para ir. Hay que tomar una decisión. Puedes optar por una excursión en todoterreno. Te suben hasta un punto que tiene unas vistas muy bonitas, pero la magia del momento se desvanece entre una muchedumbre de turistas. La otra opción es salir a las tres de la mañana desde el pueblo de Cemoro Lawang y hacer el ascenso por los flancos de la montaña. No es el camino oficial, pero pregunta en el pueblo. Todo el mundo te lo sabe indicar. Cuando llegues al puesto que hay arriba, cómprale a la señora una bebida calentita, ¡y que comience el espectáculo!
Cuando el sol ilumine el paisaje podrás acercarte al Bromo, ¡e incluso subir a los bordes del cráter! Puedes subir en vehículo con algún viaje organizado, pero todavía tendrás que recorrer andando los casi 253 escalones que todavía te separan de la cumbre del volcán. Desde Cemoro Lawang se puede subir también a pie. Cruzar la caldera del volcán es una hora de marcha, ¡pero cuidado con las tormentas de arena! Haz un descanso en el templo hindú, construido en la caldera. En Java no hay muchos, pero los habitantes de la región mantuvieron su religión hindú, mientras que en el resto de la isla casi todos son musulmanes. El nombre del volcán deriva del dios creador del hinduismo: Brahma.
Cuando llegues al borde del cráter, disfruta el momento, ¡contempla el espectáculo! A un lado tienes el cráter, muy empinado, tirando una columna de humo. ¡Recuerda que el Bromo es un volcán activo! Al otro lado está el valle. Es muy fácil imaginarse las sucesivas erupciones.
Para poner el broche final a tu estancia en la parte oriental de Java, no te pierdas el otro volcán imprescindible, el Kawah Ijen. Y, si te atreves, prueba el ascenso al monte Semeru. Te llevará dos días y mucha, mucha energía.