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La ausencia de las luz de sol es probablemente lo que más destaca de viajar a Islandia en marzo. En ese mes el astro se asoma unas diez horas diarias, la mayoría de ellas sin apenas luz. La temperatura media en la zona costera del sur es de unos 5ºC, que va menguando a medida que se va hacia el interior o el norte. No hay demasiadas precipitaciones.
Visitar Islandia en marzo es la excusa ideal para hacer una excursión nocturna para ver las auroras boreales, muy frecuentes en esa época. Deberás contar con buena ropa de abrigo y una cámara de fotos de calidad si quieres capturarlas. También en marzo puedes aprovechar para bañarte en aguas termales, como las del Blue Lagoon. El contraste entre la calidez del lago y el paisaje gélido de los alrededores es impactante. También puedes aprovechar para hacer senderismo por los glaciares del interior del país, aprovechando el frío.
La mejor época para viajar a Islandia es durante el verano: las temperaturas son agradables y los días largos con bastante luz. Según las regiones, también puedes ir en mayo y en septiembre, cuando hay menos turistas y el clima sigue siendo agradable, aunque debes tener en cuenta que algunos circuitos o lugares cierran durante estos meses. Entre los meses de octubre y abril, el país está sumido prácticamente en la oscuridad, pero podrás asistir al magnífico espectáculo de las auroras boreales, con un poco más de frío y menos horas de luz, eso sí.