Fue una de las primeras ciudades donde se instalaron los ancestros de la minoría Naxi, así como una importante etapa de la antigua Ruta del Té y los Caballos, famosa sobre todo por la calidad de su cuero.
Desde Lijiang, a Shuhe se puede llegar fácilmente en minibús, en taxi o incluso en bici. Su ambiente recuerda al de Lijiang hace algunas décadas, antes de que el turismo masivo estropease su autenticidad. La plaza central de Shuhe (Sifang Jie), rodeada de puestos de todo tipo, se anima con música y bailes al terminar el día. Sin embargo, lo imprescindible de Shuhe, es sin duda su puente Qinglong, el más antiguo de los numerosos puentes de la región.
Un corto y bonito paseo que lleva hasta lo alto del casco antiguo te permitirá contemplar unas vistas impresionanres de Shuhe yLijiang. Desde el casco antiguo, hay una ruta de senderismo sencilla, de unos 45 minutos, que lleva al precioso pueblo vecino de Baisha.