Todos los caminos conducen a Roma... ¡Y Roma invita a quedarse! Verdadero museo al aire libre, no deja de encantar a los viajeros. La ciudad propone a los viajeros bellos paseos a lo largo de la historia; ya sea en las antiguas calles del Trastevere, en plaza del Vaticano o en las escaleras de la plaza de España, déjate llevar por la ciudad y sus habitantes de sonrisa sincera.
Para una visita más original de la ciudad, da una vuelta por la cripta de la iglesia de Santa Maria della Concezione dei Cappuccini, ¡los huesos que decoran sus muros probablemente te sorprendan! Dirígete después hacia la iglesia San Giovanni, por cuya escalera santa (Scala Santa) suben peregrinos... de rodillas
Después de pasar varias horas recorriendo las calles y callejuelas de la capital italiana, me regalé una pausa bien merecida en el Jardín de los naranjos; situado sobre una de las siete colinas que rodean la ciudad, ofrece una maravillosa vista de la ciudad y sus edificios.
¡Cualquier estancia en Italia no estaría completa sin pasar por un restaurante! Roma satisfará tanto a los viajeros más hambrientos como a los gourmets más finos. Déjate tentar por los suppli, la especialidad local, a menos que prefieras probar los helados con sabores inexperados: ¡el helado al vinagre balsámico sigue siendo uno de mis preferidos!
Roma es una de las ciudades más bellas que conozco, pero fue durante mis paseos nocturnos cuando caí bajo su encanto; cuando la multitud está menos presente y los edificios están delicadamente iluminados, tienes la impresión de que la ciudad sólo te desvela sus secretos a ti...
Durante un viaje a Italia, pase un fin de semana largo en Roma. Me parece que no fue suficiente pues, en realidad, dediqué dos días a Roma y un día al Vaticano. Realmente hay muchos monumentos y lugares para ver y visitar, todos llenos de historia. Además, descubrir bares y restaurantes también forma parte una visita a Roma (café, mozzarella di Buffala, pizza, pasta y mucho más).
En todos los lugares a los que fui en Roma había mucha gente. A menos que visites la ciudad durante la semana, creo que no es posible evitarlo. Hay lugares muy turístico como el Coliseo, la Fontana de Trevi o incluso el Panteón pero también hay lugares más confidenciales como Santa Maria delle Concezione, que es un precioso cementerio con una cripta con huesos de los antiguos hermanos, o la iglesia Santa Maria sopra Minerva, donde fue juzgado por Galileo acusado de herejía. Una pequeña vuelta por los jardines del Pincio te ofrece una bellísima vista de Roma.
Roma es, quizás, una de las pocas ciudades en el mundo en la que, por todas partes, hay algo que ver: torrentes de historia, maravillas arquitectónicas y una estética sin igual. Podría escribir durante horas sobre Roma sin tener éxito en describir cómo se refleja el testimonio de la historia en sus sitios antiguos, su foro, su anfiteatro, su arquitectura gótica, renacentista y clásica; su cocina rústica y su gastronomía de altos vuelos; el Vaticano, epicentro del catolicismo; sus tiendas, como templo de la moda; sus llamativos jóvenes y sus ancianos, llenos de viejas tradiciones italianas; sus museos, sus puentes, sus palacios, su río...
Todo esto sucede en una sola ciudad, como si Roma condensara toda Italia dentro de ella. Qué más puedo decir... Roma es, sin duda, una de mis ciudades favoritas del mundo y una de las más bellas, por lo que, inevitablemente, un circuito por Italia no estaría completo sin una visita a Roma.