
El arboretum de Antsokay fue creado en 1980 por el botánico suizo Hermann Petignat. Fascinado por el estudio de la vegetación del sur de la isla, este botánico compró los terrenos en los que creó desde cero un arboretum de 40 hectáreas. Consciente de las amenazas que pesaban sobre la vegetación de la región (incendios forestales y deforestación) estudió y protegió numerosas especies.
Para compartir su pasión, Petignat dispuso 4 hectáreas en el arboretum destinadas a acomodar al público. El trabajo fue considerable y el resultado fue este hermoso jardín botánico, muy interesante si visitas el sur de la Isla Grande.
Lo más fácil para ir es coger un taxi en Tulear. Una vez allí puedes comer en el Dry forest, restaurante situado justo a la entrada del jardín botánico. Si quieres pasar una noche tranquila fuera de Tulear, te aconsejo que te quedes en uno de los 6 elegantes bungalows del Auberge de la table, dentro del recinto del jardín.
En mi visita, tuve la oportunidad de tener como guía a un estudiante de botánica de la Universidad de Tulear. El chico era un apasionado de la flora de su región y logró transmitirme su pasión durante la visita
Aprendí que de las 900 especies de plantas del arboretum el 90% son endémicas al suroeste de Madagascar, y casi 8 de cada 10 tienen propiedades medicinales y se utilizan en la farmacopea tradicional. Raíces antisépticas, fruta que alivia la migraña o semillas contra la diabetes: hay remedios para muchas dolencias.
En el apartado de fauna, el arboretum también alberga un gran número de mamíferos y reptiles. Los lagartos y camaleones se esconden entre las piedras y los árboles, a ver si puedes descubrirlos Si te fijar, podrás hasta ver al lémur más pequeño del mundo.
Te recomiendo una visita nocturna al jardín botánico, suele haber más especies que durante el día. Los amantes del birdwatching podrán ver a casi 34 especies de pájaros registrados en el área protegida. Ideal para los amantes de los viajes a la naturaleza.
A través de las especies vegetales, tu guía le hablará de las culturas distintas de los grupos étnicos que habitan el sur de la isla. Dentro del arboretum se han recreado 3 casas tradicionales Vezo, Mahafaly y Antandroy. Un museo recopila muchos objetos cotidianos de los habitantes de la región.
Con el objetivo de dar a conocer la riqueza de esta parte del país, el arboretum también tiene escuelas y sensibiliza a los estudiantes sobre la importancia de salvaguardar el patrimonio natural y cultural del sur de la isla.