LaciudaddePushkin localidad de las afueras, muy bonita y tranquila, fácilmente accesible desde el centre de San Petersburgo en tren, coche o autobús.
El palacio de Catalina bien merece el viaje, pero otro palacio... acaban cansando, incluso si éste forma parte de los imprescindibles de un viaje a Rusia por su suntuosidad. La habitación de ámbar (la famosa) es interesante y bella, incluso si personalmente me decepcionó, me esperaba algo mucho más extraordinario.
Habiendo vivido más de un año en SPB (acrónimo de «SanPetersburgo»), tuve la ocasión de ir a Pushkin en varias ocasiones. Pero lo que siempre me gustó allí, es el parque de los alrededores y dar de comer a las ardillas con las bolsas de avellanas que compraba en el supermercado antes de mi paseo.